viernes, 1 de mayo de 2009

Mujeres en venta

Entre los mixtecos de Rancho Viejo, Gro., es común que los litigios se resuelvan con el pago de una cuota de dinero. Sean lesiones físicas o morales, la gente paga y lo arregla en un convenio presuntamente tradicional. Así ocurre también con las jóvenes, a veces niñas, que son intercambiadas entre padres y yernos por una suma especulativa que siempre rebasa los quince mil pesos y que llega a tasarse en sesenta mil, la famosa dote, que se ha convertido en una tradición de venta infantil, operada por sus propios padres. Esto ha golpeado hace décadas la situación de los jóvenes, de los novios de Rancho Viejo, que no pueden tener relaciones normales de muchacho a muchacha, pues los intereses que implican provocan una vigilancia extraordinaria, un atropello a la libertad individual y un acto de represión sexual para los jóvenes que, al casarse por fin, al comprar una buena esposa, actúan igual con sus propias hijas. Joan Armell Benavent, misionero en Rancho Viejo, municipio de Tlacoachistlahuaca, Guerrero, me recibió en la Misión Católica de Rancho Viejo, pertenece a la misionera española Ekumene y él la dirige hace diez años, me dice sobre esas transacciones. “Para mí es una compraventa aunque ellos dicen que no, pero el hecho es que es un trato de compraventa y los tasan, llegan a un acuerdo y la costumbre es que se vienen a vivir los dos a casa de los padres del muchacho, ella sale de la casa. Dicen que es una compensación a los papás, y tal, yo desde afuera lo veo como transacción. Llegan a un acuerdo, tanto dinero por ella, cincuenta, sesenta mil, luego tienes que dar la fiesta para la familia, matan res, y les sale muy caro. “Aquí yo he tenido la experiencia con un muchacho joven, que se casaron; la muchacha quería seguir estudiando y venía a la secundaria, pero acabó dejándola cuando él se emborrachaba y hablaba lo que sentía, decía que se fuera a la casa, que había pagado por ella, que tenía que echar las tortillas, y al final lo abandonó. Entonces tienen ese sentido de propiedad, la quieren para que les sirva, para que sea su esclava, tener muchos hijos, disponibilidad absoluta y no la dejan salir de la casa más que para lo estrictamente necesario”. Joan me mira con unos ojos resignados, frente a un asunto para el que nadie parece tener una solución. “Creo que definitivamente no mejorará esta gente con este sistema. De hecho, cuando han empezado a cambiar y vivir un poco mejor ha sido las familias que se han ido al otro lado y regresan. Arreglan sus casas, se compran camionetas y comienzan con un negocio. Lo demás que les llega claro que lo agarran, todo lo que les ofrezcas, pero eso no madura a la gente”.

2 comentarios:

  1. no es ilegal?? deberia serlo...y si se escapan las novias....la familia del chavo pide rembolso??? no entendi :(......

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  2. La Constitución Mexicana dice que es ilegal, pero también es parte de una "tradición" entre los mixtecos de Guerrero. Se trata entonces de uno más de los muchos pendientes en la vida de los mexicanos. Es decir, la piratería es claramente ilegal, entonces ¿por qué la vemos en todos lados? Respecto a las jóvenes no pueden hacer nada, no tiene a donde huir, pero en dicho caso, claro que se pediría reembolso.

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