domingo, 28 de abril de 2013

Un músico en la vagina



La última víctima de Hipócrates fue la inocente de Mar, que en medio de su baño semanal –bueno, día de por medio-, descubrió una nada pequeña bola en su vagina que por supuesto la asustó. Mi especializada auscultación no hizo sino incrementar el pánico, pues lo que vi fue efectivamente una bola del tamaño de una nuez que había crecido en la entradita de sus labios australes. Veinticuatro horas antes no estaba ahí, aseguró la víctima. Como no tenía ni dolor, ni nada, lo sensato –una cualidad que casi nos ha sido negada a ambos- era acudir al ginecólogo mal despuntara el día siguiente. O sea que el casi siempre deja un resquicio de prudencia, afortunadamente.

Lo que sucedió a continuación tiene más que ver con las artes musicales que con la ginecología; me llevó a investigarlo. El tal Bartolini era seguramente la combinación exacta de Bart Simpson y Nicolo Paganinni, y tuvo a bien nominar esa glándula con su nombre inconfundiblemente musical, en un arranque de creativa misoginia. Una sola nota: operar de inmediato. Era viernes.

El lunes muy tempranito nos apersonamos en una simpática clínica sugerida por el médico, que funciona como un motel. Sin cita, sin maleta aunque sin estacionamiento, uno llega y pide cuarto. “¿Sala de cirugía?” Sí, por favor. “Deposite tres milagros y pásele para adentro”, nos dijo el de la ventanilla.

Mar ingresó a las ocho de la mañana y por desgracia no puedo relatar los pormenores de la intervención, pues como comprenderás tuve que esperar afuera. Pude sin embargo ver cómo una enfermera joven y menuda masacraba el brazo derecho de Mar –que tuvo a bien venir a este mundo sin la útil compañía de venas-, tras descuartizar el izquierdo, siguió con el derecho; impedí que lo hiciera en el cuello y mejor acudimos a la jefa de enfermeras para que nos hiciera el favor. Igual, el daño ya estaba hecho.

De ahí derechito a la sala de cirugía, le aplicaron la famosa ráquea y en posición de parto  asesinaron al famoso músico –izquierdo, pues hay otro desgraciado en el derecho-. Tras la operación Mar decidió echar un vistazo para ver cómo iba. Lo que vio la dejó helada, pues ella esperaba verse las piernas subidas en esos aparatos, pero no vio nada. Por un momento imaginó que se las habían cortado, pues la anestesia no le permitió sentir cuando se las bajaron. A las nueve estaba en su cuarto y todo salió muy bien. Ahora apenas se puede sentar.

p.d. médica:

Glándulas de Bartolini

Son dos estructuras que se encuentran a cada lado de los labios menores y por dentro de los labios mayores, su función es proporcionar lubricación en las relaciones sexuales.
La inflamación de esta glándula es producida por una infección causada por gérmenes.
En la fase aguda puede presentarse: dolor intenso, enrojecimiento, aumento de calor en la zona, dificultad para sentarse o caminar e inflamación. Yo, por lo pronto, ya me compré una dotación de lubricante para lo que se ofrezca.

jueves, 25 de abril de 2013

Conferencia universitaria



Fui invitado a dar esta conferencia sobre la materia del radio mexicano en la Universidad Interamericana de Puebla. Lamento que mi mensaje es más bien oscuro, pesimista respecto al radio, en el que observo desde hace décadas una creciente decadencia argumentativa, contrastante con sus presuntos avances tecnológicos.

Por lo que se aprecia en el cartel, la discusión de estas conferencias tiende a centrarse en el tema mercadotécnico. ¡Ay!, el callo más doloroso de la radio mexicana, un proceso que no se ha sabido afrontar con criterio ni inteligencia, que se ha dejado crecer como un monstruo construido a retazos por un enloquecido genio, que ha crecido, crecido, crecido hasta llegar en los meses altos, como diciembre, a competir en tiempos con su programación artística. He contado los minutos de un corte decembrino y he llegado a ¡diez minutos!, antes de abandonar la cuenta. Una retahíla de anuncios en formato de veinte segundos apilados como ladrillos de una construcción surrealista. Edificios planos, repetitivos, cacofónicos que vociferan en contra del auditorio, de la emisora y del propio producto que dicen anunciar.

Frente a un relativo avance de la publicidad audiovisual de la televisión, este departamento en la radio se ha quedado estancado en ese breve formato que obliga al anunciante a expresar a toda velocidad su mensaje, sin el uso de sus múltiples recursos –los recursos radiofónicos, digo-, géneros y argumentos infinitos como los del universo sonoro. Ruidos, señores, elefantes, mares, cascadas, moscas.

Ahora llega la radio en internet. Mucho entusiasmo, fierros, conexiones. Con tristeza, lo que he apreciado en las radios que algunos conocidos y otros desconocidos han instalado en la red es una reproducción improductiva de la radio de frecuencias. Animosos jóvenes y no tan jóvenes desesperados por hablar, poner sus musiquitas y, claro, enviar a corte. “¡Vamos a corte”. Ahora, ¡vamos a corte! Y en algunos casos, enajenados por sus deseos de producción, hasta copian anuncios “reales” de productos comerciales para ponerlos en su emisión que, claro, nadie les paga.

Mi mensaje, entonces, no es halagüeño. Mientras las universidades insistan en reforzar la visión mercadotécnica y organizacional por sobre el espíritu natural de los medios de comunicación, que es el artístico, nos seguiremos llenando de fierros relucientes, sonidos pulcros, impolutos y poderosos, con pobres contenidos. Qué digo pobres, ¡miserables!

Como el ánimo suicida tampoco está en mi agenda, mi mensaje modesto y anacrónico es voltear la vista, no al futuro, sino al pasado. Recuperar los grandes atributos de este maravilloso medio de comunicación que tanto emocionó al mundo en los años veintes del siglo pasado. Recuperar los géneros radiofónicos y sus infinitas posibilidades. Recuperar el universo sonoro, los sonidos de la radio: voz, música, ruidos del mundo y silencio dramático, que son las vocales de su ortografía, que es la forma completa de su redacción. ¿Cómo recuperar eso? También tengo respuesta para ello: a través del guión. Esa materia que antes era obligatoria en la currícula de comunicación y que ahora, en el mejor de los casos, ha quedado reducida a un taller opcional entre los educandos. O a nada. 

Ahí, mis queridos oyentes, está la única esperanza de la radio.

sábado, 20 de abril de 2013

El cuerpo del delito



Viernes 4 de julio de 1930. Ángel Calderón era novio de Concepción Jaen hacía meses. Ella trabajaba en la fábrica de medias y calcetines La Corona, en la 5 sur 1903, mientras que él era dependiente de la zapatería Meli, de la 5 de Mayo 409.


El sábado 28 de Junio Ángel vio que en el Cine Variedades exhibían las nueve partes de una película que tenía el propósito de ver: El cuerpo del delito, con el formidable actor Antonio Moreno y la bella actriz María Alba, que costaba 30 centavos en luneta. Mientras veía los anuncios palpó con su mano en su bolsillo derecho la enorme rondana del peso de plata que había ganado la tarde anterior por sus esfuerzos en una entrega especial que había llevado hasta Atlixco. Tantas coincidencias hacían obvio el camino que debía seguir la tarde de ese viernes: invitaría a Conchita al cine.

Así fue, pasó por ella a buena hora y en punto de las 8 disfrutaron de principio a fin la esperada película. El tiempo pasó corriendo, pues además de las nueve partes de El cuerpo del delito exhibieron tres películas cortas, por lo que al salir el reloj marcaba las 12 de la noche.

¿Qué pasó entonces? No se sabe qué mecanismos operan en ciertas circunstancias de los temperamentos humanos, pues del amable y formal novio ya nadie supo nada. Motivado tal vez por la película, movido por hilos invisibles o por estúpidas ensoñaciones, Ángel, con lujo de violencia, obligó a Conchita a acompañarlo a una casa de la Calle de la Cholulteca, a donde la introdujo y con la misma violencia la hizo suya. Conchita lloraba desesperada no tanto por el hecho sino por la forma, pues ella era novia formal y tenía planes a futuro con Ángel. Pero ese Ángel no era el suyo. Ese Ángel era un desconocido.

Alertada por el padre de Conchita, la policía no tuvo muchas dificultades para encontrar a Ángel y hacerlo confesar el plagio de Conchita. El 3 de julio, cinco días después del lamentable hecho, condujo al señor Jaen y a la policía a una casucha de la Cholulteca donde tenía encerrada a la pobre damita. La sentencia no deja de sorprender a los ojos de la historia, pues después de una breve investigación y confesión de partes, simplemente, se les obligó a casarse. Los hechos fueron registrados en los expedientes criminales de las historias ocultas de Puebla.

Paráfrasis de una nota aparecida en La Opinión, el gran diario de oriente. Dir. J. Ojeda González, Puebla, Pue.

domingo, 14 de abril de 2013

Mentalidad de pobre


¿Cuál es la mentalidad de alguien pobre, en qué piensa, qué pasa por su cabeza?

Desgraciadamente se piensa demasiado tiempo en el dinero, pero la mentalidad es muy interesante, antropológicamente hablando. El pobre aprende a razonar como los antiguos –y los modernos- cazadores recolectores. Es algo que inhibe sus deseos de alcanzar algo que esté más allá de su sustento fundamental, que es el que aplaca el hambre. El cazador piensa en lo inmediato y el futuro no significa nada, excepto que se trate de un invierno muy frío o un desastre natural que termine con sus presas. El cazador vive al día, a la hora. Si caza come y si come se relaja; si no caza sufre hambre.

Los cazadores-recolectores formalmente no existen, sin embargo, en un país con tantísimos pobres, la mentalidad de aquellos ancestros pre-agrícolas se renueva en los embates de cada nueva crisis, aunque ya no se persigue a pequeños mamíferos sino a esquivos kilogramos de frijol o de tortillas, uno que otro huevito y cuando la fortuna es magnánima una piernita de pollo desnutrido.

La actual cruzada contra el hambre enfrenta este dilema, pues unos pocos hablan desde una perspectiva desarrollista que considera planeaciones, proyectos y acumulación de capital, mientras que el resto aspira tan sólo a asegurar la comida de ese día y, con sobrado entusiasmo, de la semana que empieza cualquier día.

jueves, 11 de abril de 2013

Presentación en sociedad



Es poblana, es joven, es inexperta, pero sueña con un futuro expresivo y libre. Es La Cultura en Puebla, una promesa que quiere llegar a ser grande como sus ancestros benitianos.


Junto a la Cooperativa de consumo Unidos Ganaremos, S.C. de R.L., sostén inicial del proyecto, el día de hoy presentamos la revista digital La Cultura en Puebla que buscará reflejar lo más representativo de la producción cultural que se genera en Puebla, actos comentados por todos pero también aquellos eventos que por su modestia o su carácter experimental carecen de atención y apoyos institucionales, pero que son sumamente significativos como expresiones culturales, puesto que reflejan un estado de ánimo contemporáneo y una respuesta estética a las contradicciones de un sistema político y social poco interesado en conocer y apoyar eso que llamamos la cultura popular.

Pero la atención de La Cultura en Puebla estará dirigida especialmente hacia los actores culturales propiamente dichos: músicos, artistas plásticos, bailarines y teatreros; cineastas y videoastas, artistas callejeros, artesanos organizados e independientes, fotógrafos, escritores y poetas, que podrán tener en La Cultura en Puebla –cuando lo soliciten- un espacio gratuito para enseñarnos sus semblanzas y sus obras, anunciar sus eventos y sus reflexiones, las motivaciones que los conducen a su creación, las dificultades que enfrentan y la compensación moral y psicológica que recogen en sus resultados.

Todo eso nos interesa. Buscamos sorprendernos con la inventiva humana y festejar juntos el acto de crear. Haz tuya La Cultura en Puebla, participa, critica, argumenta.

Asiste a la presentación hoy jueves 11 de abril, a las 19 horas, en el salón del Sindicato de Telefonistas, en Bulevar 5 de Mayo, entre la 13 y la 11 Oriente. Te esperamos. Y si no vives por aquí, pues también nos puedes visitar por la vía electrónica, serás bien recibido, en los foros, en la literatura que un número grande de egresados de la Escuela de la Sociedad General de Escritores de México ha prometido hacer. Para empezar, puedes enviarle la Crónica de un Ligue que tal vez tengas atorada en el corazón. Fírmala como quieras pero que sea sincera, pulcra y publicable. Así como lo veo, esto se va a poner muy divertido.