sábado, 31 de octubre de 2009

Calaveras


Javier López Zavala
(suspirante al gobierno de Puebla)

La muerte que en todo anda
Vino como observadora
Vio a Zavala a toda hora
Y lo asumió como manda.

Mi estimado secretario
De desarrollo social
Exhibirse no está mal
Pero no con el erario.

Tus perspectivas inmensas
De ser el gobernador
No se alcanzan ¡por favor!
Regalando más despensas

No sumas, sino que restas
Con tus palabras amables
Los números implacables
Nos los muestran las encuestas.

La vida de por sí mala
Es preludio de tormenta
En la campaña, muy lenta
Llegó la muerte a Zavala.

“Muero por ti, pueblo amado
Y me marcho sin rencor
Quería ser gobernador
Aunque no era de este estado”





Mario Montero
(suspirante a la alcaldía)

Vengo por un tal Montero
Pero hay mucha confusión
¿A quién me llevo al panteón?
Lo que veo es un montonero

A mi me dieron la orden
De llevarme a un candidato
Que manipulando un dato
Estaba haciendo el desorden

Pero llego y qué me fijo:
El político de marras
Que se anuncia hasta en chamarras
Es el padre, no es el hijo.

El papá, hombre prolijo
Es famoso locutor
Sus anuncios sin rubor
Le hacen propaganda al hijo

Y en medio de este desmadre
Por pura cronología
El candidato a crujía
No es el hijo, sino el padre

La piedra de acuerdo al pez
Pues en esta tesitura
De escoger a una criatura
Me echo a los dos de una vez.






viernes, 30 de octubre de 2009

Don Goyo

Le Popé hoy en la mañana

Calaveras


Felipe Calderón

La muerte guadaña en lastre
Olió que algo estaba mal
Fue a Palacio Nacional
Y vio cuál era el desastre

El presidente está mal
Se le ve desencajado
Anda muy malhumorado
Desde que movió el panal.

Al principio fue la influenza
Después vino la inflación
El PRI ganó la elección
Y la crisis se hizo intensa

No hay cuentas claras Felipe
Vamos peor que con Vicente
Por todos lados la gente
Se está muriendo de gripe

No hallas qué hacer con la tropa
Después te peleas con éstos
Nos aumentas los impuestos
E igual se vende la mota.

Ayer fue contra empresarios
Que omiten contribución
Ya conozco esa canción
Que entonaban los prisaurios

A modo de conclusión
La vida no ha mejorado
Y antes bien, se ha degradado
Con Felipe Calderón.


Ronda lariana


El día de hoy del año 1900 nació en la ciudad de México, aunque a los románticos nos guste imaginar que en Tlacotalpan, Veracruz, Agustín Lara, un nostálgico ser que se atrevió a defender su derecho a la cursilería y, no contento con esto, triunfar con ella. Un raro espécimen del Olimpo mexicano.

Hoy, Agustín Lara cumpliría ciento nueve años de edad, sería un viejo romántico, fumador, que seguramente festejaría su cumpleaños con una gran copa de coñac, sentado frente a su piano blanco. Su esposa número 52... le serviría otra ronda.

Y entre ronda y ronda llegaríamos a la noche, en donde inevitablemente, confusa ya la mente por el humo y el alcohol, entonaríamos todos, entrelazados, algunas de sus famosas canciones. “Dile que la quiero, dile que me muero de tanto esperar….”


jueves, 29 de octubre de 2009

Calaveras


MARIO MARIN

La calaca feminista
Ansiosa por darle fin
Llegó hasta Mario Marín
Con sus pecados en lista.

Tras el escándalo dado
Le reclamó la impostura
De la crisis que ya dura
De un gobierno arrinconado

La muerte desconcertada
No halló respuesta en Marín
Le picó la panza al fin
Pero el hombre no hizo nada

De su poder no hizo gala
Estaba inerte el priísta
Que con capricho nihilista
Sólo pensaba en Zavala.

“Oh Señor, dime si es cierto
Que esta tarea es imposible
Me pides algo terrible:
Matar a quien ya está muerto”.


miércoles, 28 de octubre de 2009

Las abandonadas


Las abandonadas regresaron a su casa con bien, eso es lo importante, que esa falla en la seguridad de un viaje de estudios haya terminado sin tener que lamentar una tragedia, porque eso fue lo que propició la irresponsabilidad de una maestra al abandonar a Luz y a una compañera en el puerto de Veracruz, sin dinero, sin su celular, sin su mochila, vestidas apenas con una camisetita y unos pantalones. Una falla en la seguridad de ese viaje del tamaño de una tragedia que no ocurrió por la sagacidad de las jóvenes y la movilización familiar. Se trataba del primer viaje de campo de su carrera universitaria, dos autobuses que deberían llevar dos maestros responsables, no sólo una, como en este caso. Para “cuidar” el segundo camión la maestra llevó a su esposo, un señor poco preparado, sin atisbo de pedagogía, que se dedicó a pegar de gritos, ordenar y amenazar a los estudiantes en el viaje infernal. El reglamento prohíbe esa clase de intervenciones “familiares” en un viaje de estudio. Desde la misma salida de Puebla ese señor cometió arbitrariedades y tomó decisiones sumamente lesivas para algunos estudiantes, como a uno que dejó en la banqueta de CU haciendo señales para que lo dejaran subir, o la decisión de dejar a dos jovencitas en Veracruz a pesar de los señalamientos de otras compañeras que indicaron su ausencia. Luz y su compañera fueron al baño en un hotel que estaba enfrente de los camiones y no se tardaron más de diez minutos. Pero en el supuesto caso de que lo hubieran hecho, de que exista alguna clase de negligencia de parte de los alumnos que retrase la salida, nada justifica el hecho criminal de dejar a dos jovencitas, casi adolescentes, a su suerte en una ciudad desconocida y ciertamente violenta como el puerto de Veracruz. Un acto inverosímil que no le harían a la pequeña hija de la maestra y su esposo que, por cierto, de manera irregular, también los acompañaba.

A su regreso a clases la discusión nació muerta de origen. La maestra contra las alumnas, cuando la verdadera discusión era: la inseguridad en los viajes de la Buap y las maneras de afrontar el problema en disciplinas, como Biología, con abundantes salidas a campo. No nos interesa la maestra de forma personal, si recibe sanciones por todas sus irregularidades es un asunto de la institución. Nuestro problema como padres de familia es que la universidad garantice que este desafortunado y peligroso evento no pueda repetirse; que se establezcan medidas –existe un reglamento para ello, tengo entendido- y se tomen todas las precauciones necesarias para que nuestros hijos vayan a trabajo de campo con seguridad y con la cobertura académica adecuada. Pueden ser viajes maravillosos si quien los acompaña es un maestro con capacidades, no un gendarme mal pagado ajeno por completo a la institución. Esa es nuestra exigencia y veremos hasta dónde llega la preocupación de la Universidad por sus alumnos, por la seguridad de sus estudiantes, porque lo que les hicieron a Luz y su compañera fue, sencillamente, criminal. Y en un país con leyes aplicables los responsables terminarían en el bote, pues expusieron a un grave peligro a quienes supuestamente debían cuidar y proteger.


martes, 27 de octubre de 2009

El primer ídolo del pop


El primer ídolo pop de la historia fue Nicolo Paganini, hijo de un mandolinista y estudiante vespertino en la capilla de la catedral. A los nueve años interpreta su violín en público; a los 13 estudia con famosos maestros como Rolla o Ghiretti, quienes concuerdan en que Paganini no tiene nada qué aprender.

En calidad de prodigio, Nicolo Paganini viaja por Europa haciendo presentaciones de su don para tocar el violín. El público abarrota las salas de concierto. Gana mucho dinero pero lo pierde en el juego y las mujeres. Pero gana más y se convierte en un hombre rico. Fue famoso por perder cincuenta mil francos en un casino, pero más por regalar a su amigo, el músico Berlioz, 20 mil francos para que saliera del apuro. La imagen de Paganini en el violín, con su rostro cadavérico y teatral, fue el primer producto de consumo musical masivo a la venta en Europa. “Tienes que ver a ese muchacho. Es un fenómeno musical”.

Nicolo Paganini, nace un 27 de octubre de 1782 en Génova, Italia. Es un héroe del romanticismo musical que a la distancia de dos siglos no pierde su espíritu seductor. Su extravagancia y riqueza sigue cautivando a las masas, por eso es el primer ídolo del pop.


domingo, 25 de octubre de 2009

Putas tristes (las mías)


Nací en esta ciudad de Puebla en 1942 como miembro de una familia de siete hijos. Mi niñez fue normal, no había mucho qué hacer en mi casa, que no fuera jugar interminablemente en la pequeña barranca aledaña y el río de San Francisco, que entonces estaba descubierto. Toda esa zona es ahora el mercado de La Acocota, inaugurado en 1958. Lo recuerdo bien porque ese día, o el siguiente, entré a estudiar a la secundaria.

A los 15 años perdí mi virginidad. Lo había venido preparando durante un tiempo y no había tenido el dinero para hacerlo, yo creo. Acompañé varias veces a un amigo al barrio de San Antonio y un día me armé de valor y fui a la 22 como a las seis o siete de la tarde.

Había dos zonas de prostitutas en el barrio de San Antonio: las putas caras, que cobraban hasta 15 pesos, estaban en la 20 Poniente y 3 Norte. Las putas accesibles, se paraban afuera de sus cuartos a todo lo largo de la 22 Poniente, que atravesaba el barrio, hasta la 5 de Mayo. Recuerdo que en la 5 de Mayo había un arco del triunfo de madera, de esquina a esquina, que después mandó quitar un presidente municipal. Ahí estaban ellas paraditas afuera de sus cuartos. En la entrada, todas tenían un anafre con tinas y baldes grandes en los que calentaban agua para lavarse después de cada uno de sus servicios.

No había muchos miramientos para el cliente, al igual que en el cine, no había censura respecto a la edad, lo que me dio confianza para acercarme esa buena tarde y elegir a una de las mujeres. Yo tenía 15 años, cumplidos el día de los inocentes del año anterior, el 56. Se lo aseguro, los adolescentes de esa época éramos todo menos inocentes. Un buen día despertabas con un bigote bajo la nariz y quería decir que te habías vuelto adulto en ocho horas, durante el sueño. De niño pasabas a ser un hombre. Chico, muchacho, pero hombre. Por eso conseguí cinco pesos y me lancé a la 22 a mi primera experiencia. Elegí a una mujer que en mi vida había visto. Era una señora de vestido verde. Era blanca, entrada en carnes, pero no vaya usted a creer que gorda. No. La señora, muy amable, me dijo “pásale”. Pasé, cerró la puerta. Me metí más y más y eyaculé como a los diez segundos. Íbamos muy excitados como para hacer un papel decoroso. Y resultó mejor, porque la cosa en realidad no me gustó. No tenía mucho chiste. Yo no sentí nada, estaba muy usada la señora y en realidad no sentí nada. Salí tambaleante, apoyándome en la pared. Tenía la necesidad de correr de ahí. Al salir a la calle, en mi torpeza, ¡no voy tirando en anafre prendido con todo y brasas y tina llena de agua!

Corrí hacia mi casa sintiendo como si hubiera matado yo a alguien, avergonzado, con mucho sentimiento de mala conciencia. No sé si por la mujer, por mi virginidad, los cinco pesos o por la vergüenza de tirar el agua, mi primera experiencia sexual no fue muy buena. Esa noche me desquité en mi cama.

Testimonio de autor reservado que forma parte de Cien años de recuerdos poblanos 1910-2010, en proceso (a tumbos) de terminación.


sábado, 24 de octubre de 2009

Día de Reyes


Una tarde de los años setenta recibimos una extraña invitación de parte de un amigo: nos invitaba a ir a ver por la zona de Mixcoac a un músico experimental de apellido Reyes. ¿En qué lugar se presenta?, preguntamos nosotros. “En el garaje de su casa”, respondió nuestro amigo. Fuimos, por supuesto.

En el amplio garaje de esa casa estaba Jorge Reyes rodeado de centenares de objetos de barro, de metal, de madera, un teclado, una guitarra; descalzo, sólo vestido con unos pantalones de mezclilla y una camiseta, nos agradeció y a continuación tocó sin pausa durante dos horas seguidas una mezcla de música y ruidos y sensaciones y olores que nos dejó francamente satisfechos. Cuando volvimos a saber de él, ya era un músico famoso.

Con caracoles, maderas, cuerdas de tripa y sintetizador, Jorge Reyes llamó poderosamente la atención del mercado extranjero, sobre todo europeo, que le permitió seguir desarrollando su música, especie de ambiente propicio para la remembranza del mundo prehispánico o algo así. A pesar del estereotipo de sus recursos caracoleros, ampliamente copiados por sus seguidores y entusiastas dominicales de los zócalos mexicanos, las ambientaciones de Jorge Reyes se fueron sofisticando con el tiempo, orientando su música hacia horizontes difusos, indeterminados, por lo que el mercado internacional terminó asimilándolo como un intérprete de la llamada World Music.

Jorge Reyes, que murió el 7 de febrero de este año, cumpliría el día de hoy 57 años.


martes, 20 de octubre de 2009

Golfo de luz que brilla


El 20 de Octubre de 1854 nace en Charleville, Francia el torturado poeta Arthur Rimbaud, que fue un niño precoz, un adolescente envejecido y anciano prematuro que muere a los 37 años. Hizo muchos retratos de sí mismo:




“Sudaba obediencia durante todo el día;
pese a su inteligencia, con sus tics descubría
algún rasgo secreto de acre hipocresía.
Del pasillo a la sombra, a la tapicería
le sacaba la lengua con los puños cerrados
y brillaban de chispas sus ojos apretados.
Por una puerta abierta, golfo de luz que brilla,
Se le veía hipando sobre la barandilla,
Estúpido y vencido, solo y abandonado...”

Arthur Rimbaud escribe sus primeros versos a los 15 años, abandona la literatura a los 19, sin embargo, es uno de los más grandes poetas de la lengua francesa.




lunes, 19 de octubre de 2009

El Viejo y el Tata


Por una extraña coincidencia del destino, un 19 de octubre de diferentes años, mueren dos expresidentes de la República que escenificaron una de las controversias más significativas del sistema político mexicano del siglo XX.

En 1945, el Jefe Máximo de la Revolución, Plutarco Elías Calles, muere en la ciudad de México; en tanto que este mismo día, pero de 1970, muere Lázaro Cárdenas del Río, protagonistas del primer gran cisma del partido que gobernaría el siglo mexicano. Al final se volvieron a hallar en el camino.

En 1934, designado por Calles, toma posesión de la presidencia Lázaro Cárdenas, a quien intentaría manipular de la misma forma en que lo había hecho con Emilio Portes Gil, Pascual Ortíz Rubio y Abelardo L. Rodríguez, en un ejercicio de poder que conocemos como Maximato. Sin embargo, una madrugada cercana a su toma de posesión, el presidente Cárdenas manda levantar a Elías Calles de su cama, lo conducen en piyama al aeropuerto de la ciudad de México y lo embarcan en un avión especial a su exilio obligado en los Estados Unidos.

Se cerraba una página muy importante de la historia, con estos tres significativos elementos: sin escándalo, sin disparar un solo tiro, sin derramar una gota de sangre. No cabía duda, la cruda lucha revolucionaria había dejado de reclamar cualquier acción con su cuota de barbarie.


sábado, 17 de octubre de 2009

Quitaos el sombrero


El 17 de octubre de 1849 un importante funeral ocurre en París. Los grandes maestros de la música, como Rossini, Lizt, Berlioz, Bellini y Mendelson acompañaron el féretro del joven maestro polaco Federico Chopin a su última morada. Shumman insiste en interpretar el Réquiem de Mozart para su destacado amigo.

Federico Chopin dejaba una obra de piano prodigiosa. Aunque escribe música de cámara y diecisiete cantos polacos, Chopin compone básicamente para piano. Ahí están sus catorce polonesas, cincuenta y una mazurkas, 26 preludios, 27 estudios, 20 nocturnos, 19 valses, 4 scherzos, cuatro baladas, tres sonatas, dos conciertos, Bacarola, Berceus y Fantasía.

De 39 años, Chopin muere de tuberculosis en olor de santidad artística. Casi veinte años antes, el prestigiado maestro Schumman, escribió de aquel joven de 22 años: “Quitaos el sombrero, señores: un genio”.


viernes, 16 de octubre de 2009

Ni tanto que queme al santo


Supongo que la opinión de cada quien es la que forma la opinión pública, por eso es importante que cada quien diga lo que le toca ver desde su platea, numerado, sol o gayola desde donde observa el ruedo.

Primero, me sorprende que ante cualquier estirón social se disparen las versiones más contrastantes sobre lo mismo, con una clara desventaja hacia los que no tienen al gobierno de su lado. Sin ninguna simpatía por los sindicatos mexicanos de hoy, harto como la mayoría de los líderes charros de izquierda y de derecha, escandalizado por la carga financiera que representan, mi corazón no palpitó con zozobra ni un minuto a raíz de la autoritaria toma de la empresa Luz y Fuerza del Centro por parte del gobierno, en un golpe a la antigüita. Pero de ahí a escuchar esa retahíla de infamias sobre el sindicato y sus trabajadores, tampoco. Los medios electrónicos han estado crucificando sin pudor a líderes y trabajadores por igual a lo largo de la semana, afirmando que son lo peor, que el servicio es fatal, que los apagones son continuos, etc.

Una breve conversación con Malú me permitió ver lo manipuladas que están esas versiones, al menos en lo que respecta a la ciudad de Puebla. Por veinte años hemos tenido dos o tres apagones de electricidad, casi siempre relacionados a alguna tormenta o al choque de algún borrachito con un poste. Dos veces, en medio de una tormenta, reportamos un corto en la esquina de la casa y, para nuestra sorpresa, aún con la tormenta encima, llegó un vehículo de la compañía de luz y arregló el desperfecto. En la central pusieron unas cómodas cajas automáticas para pagar el recibo de luz, si acaso no pudiste hacerlo en cualquier súper, Oxxo o banco, lo que nos da un acceso rápido y eficiente de ese trámite. Si acaso tenemos alguna queja, es que, en el sexenio de Fox, súbitamente subió la tarifa de cien a quinientos sin decir agua va. Dolió y sigue doliendo el precio de la luz, pero hemos implementado sistemas de “apaga focos” en la casa con algún resultado. Recapitulando, al menos en nuestra experiencia, la corrupción e ineficiencia de los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro no son ciertas. Como en el futbol, el mejor árbitro es el que no se ve, nunca hemos conocido a un solo trabajador de luz, a diferencia de los telefonistas o cableros.

Ayer en la noche, en la idea de ver o escuchar cómo iba lo de la manifestación en la ciudad de México, las televisoras y las radiodifusoras a mi alcance hablaban de 15 mil y hasta 30 mil asistentes. Hoy podemos ver que no tenía nada que ver con la realidad, aunque conseguir la foto que ilustra este texto fue muy complicado y la tuve que bajar de un video. En fin, me apenan las cincuenta mil familias que vivirán el viacrucis del desempleo y espero que muchas de ellas hagan algo inteligente con el dinero de su liquidación. No tengo esperanzas en que el gobierno de Calderón conceda nada de lo que el sindicato le demanda. No puede hacerlo, pues echar atrás esta maniobra sería tanto como liquidar lo que le queda de poder a un gobierno maniatado, sin luces ni proyectos. Antes bien, esperaría (me siento, mejor me acuesto) a que este golpe de autoridad contra una organización llamada “de izquierda”, siguiera en esa lógica y desmantelara los dañinos cacicazgos de Elba Esther en el SNTE y los señores petroleros, tan caros al progreso, al futuro y al ánimo de tener alguna clase de optimismo en este colapsado país.



miércoles, 14 de octubre de 2009

Guajotitlán


- Qué pasa don Pavón, por qué hay tanto guajolote
- Son los del sindicato, Guajillo, cerraron su compañía y ahora los traen a todos juntos para venderlos en paquete.
- Ah, ¿son los de la guajoelectricidad?
- Ajá…
- ¿Pues no que los iban a liquidar?
- Mmm, sí. Eso es lo que están haciendo. Para eso están formados.
- Pues no parecen tan tristes, don Pavón.
- (es que no lo saben, shhh) Creen que van a “recibir” su liquidación.
- Uh, mano, pues pobres. ¿Y a dónde van a ir a parar?
- Pues como faltan todavía tres meses para la Navidad, lo lógico es que estén destinados a la fiesta del Día de acción de gracias.
- Órale, órale, ¿qué es eso?
- Pues es una celebración en los Estados Unidos, que se celebra en noviembre.
- ¿Y qué? ¡también comen pavo! ¿no?
- Pues sí. Ciertamente comen pavo, Guajillo.
- Ah, que la fregada ¿y cuántas sorpresitas de esas nos tienen reservadas, don Pavón? ¿los canadienses no tienen una fiesta del pavo? ¿o los franceses?
- Que yo sepa no, Guajillo.
- Parpadea uno y le salen con otra gran festividad. ¿Y qué van a comer los señores? Pues ¡guajolotes! Aquí estamos sus mensos para ayudarlos a celebrar ¿no cree don Pavón?
- Pues todo es relativo, Guajillo. A los pollos los matan cada fin de semana.
- Pues sí, pero no deja de ser una lástima, don Pavón. Mire qué pavos tan bonitos, mire ese gordito.
- Es el líder, Guajillo. Siempre terminan siendo doble pechuga.
- Y también los que lo acompañan. Mire nomás qué pechugas, don Pavón.
- Son pavos muy bien alimentados, Guajillo. El sindicato daba para todo.
- Ya lo creo, no se conforman con tortilla mojada como nosotros ¿verdad?
- ¡Por supuesto que no!
- Adiós, compañeros, nos vemos en el horno crematorio.
- ¡Guajillo! No seas impertinente…


martes, 13 de octubre de 2009

Día de la Raza en 2025-2

Controvertida soberanía. Pero ¿cuáles son los contenidos que están desatando tanta polémica? En primer lugar, en el preámbulo del nuevo estatuto, se define a Oaxaca como una “nación”, lo que ha desatado las iras de quienes ven en esta definición una declaración de independencia, aunque en el texto no se reclama un Estado. Literalmente, el párrafo del preámbulo dice que “la nación oaxaqueña define sus relaciones con los pueblos de México en un marco de libre solidaridad con las nacionalidades y regiones que la conforman, compatible con el desarrollo de un Estado plurinacional”. 

También el proyecto es impugnado por su intento de desarrollar un Poder Judicial oaxaqueño. El texto refuerza ostensiblemente las competencias del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, en detrimento de las del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional mexicanos. Propone que el Tribunal Superior de Justicia oaxaqueño sea la última instancia a la que corresponde, en exclusiva, la unificación de la interpretación del Derecho en Oaxaca, y también, la creación del Teocalli de Justicia de Oaxaca y de la figura del fiscal superior de Oaxaca, lo que provocaría la modificación de al menos diez artículos de la Ley Orgánica del Poder Judicial mexicano. Y la denominada “bilateralidad” en las relaciones con la administración central es otra propuesta que ha levantado ampollas. 

El nuevo estatuto pretende que el Teocalli esté presente con entidad propia en órganos multilaterales, y especialmente en los foros de la Organización de Estados Americanos, dejando en claro que, en caso de conflicto con el Estado, siempre prevalecerá la legislación oaxaqueña. En realidad, la lectura política de todo esto se recoge en un “decálogo” que aparece en el preámbulo del nuevo texto, por expreso empeño del presidente del Teocalli, el socialista Pascual Coyópol, y que podría resumirse en lo siguiente: Oaxaca es una nación; Oaxaca considera a México un Estado plurinacional; el Derecho oaxaqueño será de aplicación preferente; Oaxaca, a través del Estado, pertenece a la Unión Americana; Oaxaca desea formar parte de una “ameriregión” con otras comunidades del subcontinente para defender sus intereses comunes a escala internacional. 

Pero lo que en Oaxaca se vive como normal y es aceptado por una amplísima mayoría de su población, no es visto desde el mismo prisma en el resto del país, especialmente en las zonas no periféricas que, a excepción del Distrito Federal y Nuevo León, presentan un desarrollo económico inferior al oaxaqueño. Y ese fantasma es el que llevan meses enarbolando con fuerza desde la estrategia de oposición sin cuartel del Partido Acción Nacional, tratando de convencer a los ciudadanos del resto del país de que están asistiendo a la desmembración de la Nación mexicana. “Tenía toda la razón Ramiro Zapata cuando relacionó las últimas bombas de EPR con el Estatuto que se cuece en el horno oaxaqueño”, sentenció el anciano periodista Pedro Ferriz de Con. Pero esta reacción de los medios afines al Partido Acción Nacional ya venía precedida por declaraciones alarmistas de los propios dirigentes de este partido. El día 27 de septiembre, el último expresidente del gobierno mexicano, Manuel Espino, hablaba de un “cambio de régimen” tras la aprobación del nuevo estatuto. 

El actual presidente del PAN y líder de la oposición, Martín Robinson, el mismo día 30 de septiembre declaraba que ese texto “rompía la Constitución”. Hasta en el propio gobierno se alzan voces contrarias, como la del ministro de Defensa, José Bonaparte, que expresaba su “confianza” en que el término “nación” aplicado a Oaxaca sería modificado en el Congreso de los Diputados. Pero no opinaba igual el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, que según manifestaba en la mañana del 30 de septiembre, comprendía que resultase un asunto “sensible” la denominación de nación oaxaqueña pero, a su juicio “no debe preocupar, siempre y cuando no perjudique a la soberanía mexicana, que está en la Corte Suprema de Justicia, ni a la igualdad de derechos fundamentales”. Defendió la legalidad con que se ha llevado a cabo la redacción y el pronunciamiento de los diputados autonómicos: “Es un proceso en curso que está teniendo lugar legítimamente”, y criticaba a quienes están tratando la cuestión con “una alarma y un alarmismo que están fuera de lugar. Asombra que haya quién declare que esto supondrá el desmembramiento de México”. 

 El presidente de México se había comprometido semanas atrás a que el texto del nuevo estatuto recibiría su apoyo, si éste era resultado de un amplio consenso en el Parlamento oaxaqueño. Ahora que ha llegado con el pronunciamiento favorable de 120 de los 135 diputados autonómicos, Caneja se ve en la encrucijada de cumplir fielmente su palabra, u optar por soluciones que eviten la división interna en sus filas y dar más munición a la infatigable oposición de la izquierda originaria. En este sentido pueden resultar reveladoras las declaraciones efectuadas por la Secretaria de Gobernación, María Fernández: “El presidente respaldará el estatuto, pero eso no significa que el texto no pueda retocarse”. 


Un ejercicio que bien podría haber firmado, como lo hizo para el caso catalán, Pedro Antonio Navarro, en una noticia que bien pudo haber publicado el semanario Proceso el 12 de octubre del año 2025, como lo hizo el 4 de octubre del año 2005, debidamente modificada al caso mexicano por el plagiario.


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lunes, 12 de octubre de 2009

Día de la Raza en 2025-1


Sucedió en México algo muy sencillo y revelante. Los políticos cambiaron súbitamente su absurdo proceder y en un histórico momento de nuestra historia contemporánea los partidos políticos firmaron un pacto en el que se hicieron compromisos de gobernar nuestro país anteponiendo los intereses de México y no los de sus partidos o sus carreras individuales. Con dinero internacional comprometieron un poco más nuestra famosa soberanía nacional, pero también tuvieron la oportunidad de transformar la economía de la nación, invirtiendo sensatamente el dinero público, gastando los recursos de todos en planes inteligentes, dirigidos a proyectos regionales apropiados a la diversa geografía nacional. El dinero del último petróleo que nos quedaba fue destinado a la creación de industrias y agroindustrias ecológicas sustentables que detonaron la economía de los otrora pueblos marginales. Y si bien existen todavía muchas carencias en una amplia base social popular entre los mexicanos, es innegable que la miseria ancestral que provocaba la corrupción generalizada ha desaparecido de la faz mexicana, y con ella la violencia inaudita que se llegó a vivir a principios de siglo XXI. Entre las páginas del futuro, rescato un artículo de la revista Proceso:

Desde que la derecha obtuvo la victoria en las elecciones de 2000, los principales caballos de batalla de la oposición se centraron en el retorno de las tropas mexicanas destinadas en Libia, en el cambio legislativo que ahora permite las bodas entre personas del mismo sexo con igualdad de derechos, incluida la adopción; o en la proyectada reforma del sistema educativo. En los últimos meses han empleado toda su artillería en calentar el debate sobre la reforma del Estatuto de Autonomía de Oaxaca, que se estaba cocinando entre las fuerzas políticas mayoritarias en esa nacionalidad histórica. La aprobación en el Congreso en 2012 de los Acuerdos de San Andrés, ampliados, modificó la situación social y política de los pueblos originarios, que ahora han marcado un hito en el desarrollo económico nacional.

Desde el año 2018 la izquierda de raigambre originaria avanzó más de lo esperado y Guerrero, Oaxaca y Chiapas cuentan hoy con gobiernos autóctonos. En Oaxaca el mixteco comienza a ser el idioma para dirigirse a las autoridades en cualquier trámite. Aunque también se habla zapoteco y cada vez menos español. Este es el marco en que el Congreso discute actualmente reabrir el debate de la autonomía, pero el Congreso de Oaxaca ha tomado decisiones que inutilizan cualquier discusión de aquí. Mientras en la Ciudad de México se pide reglamentar la protección a la integridad de la tierra de los pueblos originarios, en Oaxaca se aprueba un estatuto de autonomía.

La aprobación este 30 de septiembre, de un nuevo estatuto de autonomía por el Parlamento de Oaxaca, abre un proceso que debe culminar el próximo noviembre con su discusión y definitiva aprobación o rechazo en el Parlamento Mexicano.

El camino se prevé tortuoso ante la anunciada resistencia de la principal formación de la oposición, el derechista Partido Acción Nacional (PAN), que ha tildado el texto de inconstitucional y de proyecto secesionista.

Al respecto, también existe división en las filas del gobernante PAN que, en boca del presidente de México, Ángel Díaz, se había comprometido a apoyar el documento --si venía con un alto grado de consenso-- aunque ahora muchos dirigentes de izquierda no descartan enmendarlo en el trámite parlamentario.

Esta cuestión ha centrado toda la actualidad de la política mexicana, eclipsando al resto de los asuntos, incluida la reciente presentación del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para el 2020.

Esta aprobación no constituye más que una primera fase, ya que el día 4 de octubre, el presidente de este Parlamento autonómico, Ernesto Técuatl, entrega el proyecto de nuevo estatuto en el Congreso de los Diputados, cuya Mesa abrirá los trámites en un día indeterminado de la próxima semana, y se prevé que será en noviembre cuando sea sometido a debate en plenario para ser aceptado su pase a la fase de discusión en comisiones y enmiendas, en su caso. Más de dos meses en total hasta que se produzca una decisión definitiva.


viernes, 9 de octubre de 2009

La entrañable transparencia


Hace 42 años, en la casa de mis primos los Portillo, me encontré una revista Alarma, que era una publicación semanal dedicada a crímenes de todo tipo. En la portada, casi del tamaño de la propia revista, estaba una foto del Che Guevara asesinado. Fue la primera vez que supe de él. La foto del Che recordaba la de Emiliano Zapata cuando fue asesinado en Chinameca y exhibido ante su gente. Tenía los ojos abiertos y la mirada vidriosa, sin vida, posada en el más allá. Estaba acostado, con la cabeza levemente levantada, sin camisa, descalzo, con un pantalón oscuro sucio y hecho bola. En ese momento no imaginé la importancia que ese personaje iba a tener en mi vida.

En unos cuántos años supe del Che. En la secundaria ya estaba convertido en uno de los íconos favoritos de mi incipiente prurito artesanal y lo reproduje en infinidad de materiales: plastilina, tela, lámina; lo dibujé centenares de veces al grado de que me salía sin copiarlo. Claro, no era el Che muerto de la foto, sino el Che de Korda, que desde entonces y hasta la fecha podemos ver en toda clase de playeras y suvenirs, sobre todo cubanos. Lo reproduje en una chamarra de mezclilla y, posteriormente, compré en El Paso, Texas (hazme el pelotudo favor) una reproducción de plástico hinchadito sensacional, de color rojo. Y por esos años, en la única librería de mi pueblo, compré un libro del Che donde contaba la odisea del Granma, la desastrosa llegada a Cuba, sus ataques de asma y los años de la Sierra Maestra. A raíz de esa lectura interpreté al Che en la única incursión teatral en un ensayo del grupo preparatoriano de teatro, con tan mala fortuna, que nunca más me pidieron volver a hacerlo. No me parecía mucho al Che, pero tenía una vasca negra a la que le pegué una estrellita. En realidad no me parecía absolutamente en nada salvo, quizás, que mi abuelita, cuando se emocionaba, hablaba como argentina. Claro, es una difusa coincidencia.

Con el tiempo, el Che pasó de moda, por lo menos en mi vida, aunque nunca desaprovechábamos la oportunidad que nos daba una guitarra acompañada de un buen ron, para entonar, con las venas henchidas en el cuello, aquellos versos clásicos de Carlos Puebla: “Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia, de tu querida presencia Comandante Che Guevara...” que, escuchada en el coro no dejaba de tener el vigor de una letanía religiosa.

En los últimos años leí las reseñas de las muchas biografías que se publicaron sobre el Che, creo que por su cuarenta aniversario, pero no me dieron ganas de leer ninguna. Ya había tenido a mi Ché, había tenido Che para rato, no me dieron ganas de leer los intersticios positivos de su vida ni tampoco los negativos. Mi suegro, Luis Méndez, a quien llamábamos el Ingeniero, conoció al Che y negoció con él la expropiación de una planta de baños y azulejos en la Habana inaugurada en 1958. Fueron juntos a ver la fábrica y estuvieron varias veces reunidos en las oficinas del Banco de Cuba, que dirigía el Che. ¿Cómo era, ingeniero?, lo interrogué ávido de una opinión inédita sobre el famoso guerrillero. Para mi desazón la obtuve: “era un tipo amable, común y corriente; muy callado, tímido e inseguro”. La negociación fue un éxito para mi suegro, les pagaron una cantidad mayor a la que los mexicanos habían previsto. Esa fue la última imagen interesante del Che, a quien mataron un día como hoy de 1967.


jueves, 8 de octubre de 2009

Guajotitlán


- Hola, Lupita ¿cómo te ha ido, hija mía?
- Buenas, don Pavón ¿ya se enteró de la navidad?
- Bueno, es algo que yo sé, porque he vivido muchos años, querida.
- ¿O sea que es cierto?
- Mmm, sí. Los guajolotes formamos parte de una antigua tradición humana que nos ha elegido para adornar una de sus fiestas más queridas e importantes.
- Y… ¿más o menos qué es lo que sucede, don Pavón?
- Cuando alguien te elige, te adorna con cerezas y piña, cantan y rezan mientras te consumen y les causas una gran alegría s sus vidas. Básicamente es eso, tú no sientes nada, pero se esmeran porque luzcas bonita y elegante. Es una hermosa y honrosa forma de cumplir con un rito.
- Pues… no parece tan malo, don Pavón.
- No lo es, te lo aseguro.
- La verdad es que escuché otra versión… un poco menos optimista sobre la navidad, don Pavón.
- Y ya puedo imaginarme de quién, Lupita, ya sé de dónde viene esa versión.
- Guajillo está como loco, don Pavón, habla de hornos crematorios y de asesinato en masa, desplumaderos y cuellos rotos.
- Porque es joven, Lupita, y no quiere entender que forma parte de un proceso, que marca de forma inevitable su destino.
- Pues sí, pero anda diciendo que va a escapar del gallinero, que se va ir de mojado al otro lado, que quién sabe qué…
- Y nosotros debemos convencerlo de que no haga locuras, Lupita, de que sea un guajolote sensato y útil a su sociedad.
- Pues sí, pero usted lo conoce ¡es tan necio ese Guajillo!


martes, 6 de octubre de 2009

¿Quién es el que anda ahí?


Este día de 1907 nace en Orizaba, Veracruz, el célebre compositor de varias generaciones de niños de habla castellana Francisco Gabilondo Soler, Cri Cri, paradigma de los músicos mexicanos interesados en componer música para los niños y las niñas. Y si en la década de los treinta, Francisco Gabilondo Soler irrumpe en la escena con un derroche de imaginación y recursos insospechados, el resto de las décadas del Siglo XX y principios del XXI hemos sido testigos de los vanos intentos que decenas de compositores y artistas han hecho por equipararse al genio de Cri Cri. Por talentosos que éstos hayan sido, no han llegado ni a los espolones del genial grillito cantor.

A ciento dos años del nacimiento y diecinueve de la muerte de Francisco Gabilondo Soler, la pregunta es si los mexicanos hemos correspondido a lo mucho que recibimos de Cri Cri, ya que crecimos bajo la magia de sus canciones, si acaso no hemos pecado de pichicatos a la hora de reconocer su enorme talento. No hay –y por lo visto, no habrá-, un parque de diversiones decoroso que lleve su nombre; hay una sola película sobre su vida, con López Tarso, pero ninguna sobre sus personajes; ni programas de televisión, ni historietas, ni nada. El caudal imaginativo de Cri Cri merecía mejor suerte, al menos proporcionalmente a la que han recibido artistas de menor talento pero mayor presencia en la televisión, a los que poco ha faltado para que se les nombre héroes nacionales. ¿Quién es el que anda ahí?, pues quién más, es Cri Cri.


lunes, 5 de octubre de 2009

Una extraña combinación


Como cinéfilo aplaudo todas las iniciativas que a favor del cine se hacen en cualquier parte, sobre todo en México y, en particular, en Puebla. Muchos fuimos los que quedamos satisfechos con la producción de la novela poblana Arráncame la Vida con apoyo logístico y financiero del gobierno estatal de Mario Marín; antes se había producido una decorosa película de animación llamado La leyenda de la nahuala. Una hermosa ciudad con espectaculares escenarios puede y debe ser aprovechada. Pero…

El pero con P mayúscula viene a cuento ahora con la participación del gobierno estatal en la producción de una película sobre una novela de Gabriel García Márquez. Hasta ahí todo pinta muy bien. Una fabulosa ciudad, un premio Nobel de literatura, una secretaría de cultura promoviendo el arte y el turismo en la entidad. La bronca es cuando sabemos que la novela de marras es una de las últimas del escritor colombiano: Memoria de mis putas tristes, una historia sobre un anciano muy mujeriego que tiene un capricho para su nonagésimo cumpleaños: desvirgar a una niña con la ayuda de un prostíbulo al que es asiduo y antiguo cliente. Más allá de la literatura y de García Márquez, el horno no está para bollos en este lugar y cualquier cosa que tenga que ver con niñas abusadas, pederastia y abuso infantil quema (perfora, magulla, raspa) la delgadísima piel dejada a las poblanas y poblanos (mexicanos en general) sobre el delicado tema del escándalo mediático-político-moral en el que estuvo involucrado el gobernador Marín al principio de su sexenio, para infortunio de todos, pues su gobierno, que podía ser un interesante sexenio para los poblanos, pues era claro que Marín tenía grandes y legítimas ambiciones políticas, resultó en un gobierno arrinconado que se ha entretenido en defenderse como gato boca arriba, sin proyecto, sin miras, sin futuro.

Llama muchísimo la atención la insensibilidad mostrada por todas las partes en la propuesta de este proyecto cultural, que abrirá la puerta al siguiente escándalo que, por supuesto, nos durará el resto del sexenio de Mario Marín y más, pues los coletazos alcanzarán proyectos posteriores, como la soñada alcaldía del secretario de gobernación, Mario Montero, que hoy mismo aclara en la prensa que “el proyecto sigue en pie” a pesar de la andanada de críticas que apenas comienza. Lidya Cacho, protagonista del escándalo referido del inicio sexenal, no deja mono con cabeza en su columna semanal del Universal y una organización llamada Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe denunciará ante la PGR a las autoridades estatales y al escritor por promover la pederastia.

En verdad no se entiende tanta torpeza, ausencia de miras, impertinencia de tocar este delicado tema en una situación social y política especialmente sensible para los habitantes. No se entiende que nadie le diga al gran Gabo lo improcedente de esta iniciativa, que los editores y productores no lo tomen en cuenta –o será que sí, que una cosa promociona a la otra y garantiza un escándalo que redundará en un éxito desde antes del estreno-, pero sobre todo, que el gobierno y sus costosos asesores no sean capaces de prever el gasto social y político que representará esta película en nuestras circunstancias; que aún escuchando los argumentos de las partes insistan en generar ocho columnas con temerarias frases como: “Sigue el pie: Segob”, que no ayudan a nadie, a nada, ni siquiera a la discusión.


domingo, 4 de octubre de 2009

La tía Meche


Amanecimos este día con la noticia de la muerte de Mercedes Sosa, una huella importante para los mayores de nuestro continente, compañía ineludible en las fiestas jamaiqueras de los años setenta y ochenta, símbolo de lucha contra las dictaduras, voz arquetípica de la llamada música de protesta.

A pesar del apellido y de mis rasgos marcadamente araucanos, yo no era familiar de Mercedes Sosa. Esto me lo he estado repitiendo desde anteayer que supe que Mercedes Sosa estaba agonizando. Pero en estos tres días la traje pegada en la cabeza como si se tratara de una familiar, cantando sus tonadas, recordando fragmentos de mi vida en los que sus canciones eran motivo de risas o de tristezas; nostalgias muy antiguas de un jovencito que la conoció de sopetón, más allá de las músicas, en medio de las noticias trágicas y lejanas de los horrores de las dictaduras.

Gracias a la vida que nos dio a Mercedes, que impidió que la vida de los sufridos argentinos, chilenos, brasileños, uruguayos, paraguayos y más nos fuera indiferente. Cuando calla el cantor calla la vida, pero ahora que ha callado la cantora calla una parte importante de nuestra memoria, se cierra un capítulo heroico de luchas y de esperanzas cándidas de unidad y solidaridad. Es en verdad la última unicornia azul que ayer se nos perdió. Nunca más Alfonsina con aquella tristeza con la que Mercedes la evocaba. Ahora es ella misma la sexta sinerenita que llevará la poesía hasta el fondo marino. Una voz antigua de viento y de sal, que requiebra el alma y está llamado más allá de ese sueño, dormida Mercedes, vestida de mar…

Duerme, duerme, Negrita.


viernes, 2 de octubre de 2009

Cómo olvidarlo


En octubre de 1968 se fermentó en México un brebaje que incluía plantas ancestrales con nuevas combinaciones de la naturaleza, algunas venenosas. Este año una sociedad se encontraba madura para otro tipo de faenas políticas y culturales. Por 1968 se consolidaba un nuevo segmento llamado juventud, que hasta hacía muy poco pasaba sin trámite de los pantalones cortos al adulto tacuche, sin identidad intermedia. De ahí la importancia de los suéteres de César Costa, el pelo beatle y las sandalias de Tzintzuntzan. El brebaje mexicano del 68 tampoco era nada del otro mundo, ni siquiera parecido al prohibido prohibir de La Sorbona de París. Los estudiantes mexicanos pedían un poco de democracia, de reconocimiento, de libertad, pero el gobierno interpretó que querían el poder. Y se ofendió por los groseros gritos de las manifestaciones en el zócalo: “Sal al balcón, pinche hocicón”.

- ¿Cómo, al presidente?
- Esto es inadmisible, licenciado.
- Mañana violarán a nuestras madres.
- Con mi madre no se meta, licenciado o…

¿Qué pasó en el 68? ¿Por qué nunca llegó la revolución juvenil? O si acaso llegó ¿por qué fue tan diferente a las promesas que todos pronosticaban? ¿Qué pasó en aquellos días maravillosos? ¿Fue una crisis del pensamiento humano... una crisis del Estado como institución...una crisis de la fe, del comunismo, de la hipocresía...?

Lo único cierto del 68 fueron los cientos de personas que perdieron la vida ese día fatídico y que dejaron a madres sin hijos y a hermanos sin hermanas, sin padres, sin amigos. A 41 años de aquel octubre del 68 percibimos con crudeza que, ante todo, hubo ahí una matanza que viola flagrantemente todos los tratados de derechos humanos que México ha firmado con el exterior. Que fueron entre 250 y 300 las personas acribilladas aquella negra tarde de las Plaza de las Tres Culturas. Y que es una cicatriz viva en la memoria colectiva de los mexicanos. Ahora sabemos que existe una fotografía del Médico Forense en donde se amontonan cadáveres de niños y mujeres que murieron ese día víctimas de la rapaz sorpresa. Y sobre todo -nunca fue secreto para nadie...-, que ahí están aún muchos de los responsables.


jueves, 1 de octubre de 2009

Guajotitlán


- ¡Don Pavón, don Pavón…!
- Calma, Guajillo, aquí estoy. No me he ido ni me iré a ningún lado. Pero dime, ¿por qué vienes tan agitado, Guajillo?
- Don Pavón ¿es cierto que en diciembre nos van a dar cuello a todos los guajolotes?
- Bueno, bueno, dicho así suena tremendista, Guajillo. Digamos que hacemos valer una tradición.
- Pues sí, pero ¿es cierto que la tradición ésa consiste en sacrificar millones de guajolotes en hornos crematorios?
- Bueno, sí, pero…
- O sea que nos va a llevar el tren…
- En tren o en camiones repartidores, de algún modo los guajolotes van a parar a las tiendas y los supermercados, donde los humanos nos compran porque somos especiales para ellos.
- Ay, sí, muy especiales. ¿Qué tiene de especial que lo doren a uno como a Guajuana de Arco?
- Son las tradiciones, Guajillo, que ni tú ni yo vamos a cambiar.
- Así que de plano usted se raja.
- ¿Me rajo? ¿a qué es a lo que me rajo, Guajillo?
- Pues a rebelarse contra la injusticia, don Pavón. A poner un “hasta aquí” a esa tonta tradición de sacrificar a millones de seres en hornos crematorios.
- Es inútil luchar contra eso, Guajillo.
- Lo único inútil es no hacer nada, don Pavón. Yo no me voy a quedar tan campante esperando a ver a qué horas vienen por mí ¿eh?, nomás eso le digo.
- Pues haz lo que tú quieras, muchacho. Sólo cuídate de no cometer locuras que comprometan a los demás. ¿qué es lo que piensas hacer?
- Mire, sinceramente ahorita no sé, me acabo de enterar, pero voy a trabajar en eso, don Pavón. ¿Cuento con su apoyo o qué?
- En lo que pueda serte útil, Guajillo, sólo cuídate, hijo mío y no hagas burradas.
- Ya verá… ya verá…