Un epónimo es un nombre para reverenciar a alguien que merece ser eponimado. Es un homenaje duradero en donde el nombre de un personaje notable dará su apellido a una cosa o circunstancia, periodo o Era, como cristianismo. Los epónimos han imperado en la ciencia y eponomizan a cualquier cantidad de especímenes descubiertos en los últimos doscientos años, de montañas a microbios; flores como la magnolia (Pierre Magnol), gardenia (Alexander Garden), dalia (Andrés Dahl), Camelia (George Josef Kamel) y Begonia (Michael Begon). Y no pocas enfermedades como Daltonismo, que viene de John Dalton. Epónimos de lugares como América por el marino Américo Vespucio; England, por Angul o Angeln, legendario rey de los anglos. Ganar un epónimo es extraordinario pues demuestra que hiciste algo bien en tu vida, lo concebiste correctamente y por ello fuiste acreedor –o acreedora– de un extraño honor que en cierta forma te inmortaliza, un cráter de la luna, un asteroide. Hay gente extraord...