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Mostrando entradas de enero, 2022

RegalArte

  Mi regalo para Luz fue largamente meditado. Ella puso el motivo: huitlacoche, yo puse las manos sobre el barro. Lo primero que pude comprender sobre el arte plástico y el maíz fue la derivación natural hacia una estética tolteca. zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz Tener una mazorca como motivo me empujó a realizar trazos cilíndricos y granulados, inspirados por mazorcas reales infectadas de huitlacoche que Luz guardaba en el refrigerador. Como siempre lo inevitable de un rostro humano convencional: una nariz, dos ojos y una boca; a veces orejas, y acusar plásticamente la deformación propia del huitlacoche y semejar un rostro en redonda deformación por las agallas del hongo en la realidad, enormes ampollas grises y negras, saturadas de inflamación. Las hojas de la mazorca debe estar siempre en las piezas, son las hojas que usamos para el consumo que hacemos del maíz, hojas protectoras de nuestros elotes, té m...

La raza de la hebra 3

  Para Ventura Mendoza, con afecto El final de la pandemia me trajo una inesperada noticia que cambió el color de los dos fatigosos años de ostracismo doméstico: desde la lejana capital del estado de Chihuahua fui localizado en Puebla para ofrecerme una tercera edición de La raza de la hebra, historia del telégrafo Morse en México , libro que fue publicado en 2004 por la Universidad Autónoma de Puebla y en 2005 por la empresa de comunicación Syscom, que ahora quiso volver a editarlo en una versión corregida y aumentada, pues una suerte de presentimiento me aconsejó corregirlo y mejorarlo en los tiempos muertos de la cuarentena, que fueron muchos, de modo que cuando en octubre de 2021 recibí esa noticia, el libro estaba afinado como un violín. La historia del telégrafo Morse es en apariencia un tema muy ajeno y lejano del siglo XXI, pero cuando avanzas te das cuenta que es una historia sobre uno mismo, ese ser moderno comunicado hoy hasta la histeria que efectivamente empieza con ...

Los 90 de Aída

  Aída nunca tuvo muy buena relación con su abuela Magdalena y en mucho se debió al día de su nacimiento. Según su abuela paterna ella debería haberse llamado Genoveva. Esto lo pidió mucho antes de que Aída naciera, cuando mi abuela Luz quedaba embarazada por quinta ocasión en aquel largo invierno de 1931-1932 que derivó en el nacimiento de Aída a principios de enero. Magdalena pidió desde agosto o septiembre que sin era niña se llamara Genoveva, pero a mi abuela Luz no le pareció suficiente argumento ¿por qué Genoveva?, no había pariente, ni razón alguna para que se llamara Genoveva. Y todo el poder que la Nena tenía sobre su hijo Leopoldo no fue suficiente para doblegar la tozuda decisión de su nuera Luz. La niña se llamaría Aída. La fecha se acercó, pasaron las fiestas de diciembre, el año nuevo y el 3 de enero nació Aída, con la inconveniencia de que es el día de Santa Genoveva, efeméride que no ayudó en absoluto a su delicada relación con su abuela. Hoy hace 90 años nació. .