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Estrategia canina

  Científicos de la Universidad de Nottingham Trent, de Reino Unido, demuestran que los caballosson capaces de pensar y planificar con antelación . Los caballos, cuando se les niega una recompensa por no seguir las reglas de un juego, son capaces de cambiar instantáneamente de estrategia para conseguir una recompensa mayor. Esto demostraría que estos animales son capaces de pensar y planificar. Narrar la paciente estrategia ideada por nuestra perrita Chispa (13 años, 35 cm de alto, 50 cm de largo, 3.5 kg) para escapar un rato a la calle cuando yo llegara del trabajo, evento que desde luego yo trataba de controlar asegurándome de que la Chispa estuviera dentro de la casa cerrada. Uno pensaría que la Chispa no pensaba en nada, ahí tiradita viviendo su anciana edad, esperando la hora de la comida o la hora de ladrar, ya entrada la tarde. La primera vez que se escapó pensé que habría sido una coincidencia de distracción con oportunidad. La vieja Inés, nuestra amable vecina, vino ...
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  Nadie te enseñó, pero sabes hacerlo La música que interpreto ocurre conmigo y en mí Kathia Buniasthivili   ¿Cómo se consigue esa conexión musical? Kathia : Es algo que siempre está ahí, aunque nunca le hayas prestado atención. Es como si te pregunto: ¿cómo aprendes a amar? Nadie te enseñó, pero sabes hacerlo, porque algo dentro de ti te lo ha enseñado. En el arte, en la música, esa conexión siempre está ahí, y uno mismo va aprendiendo a desarrollarla, a modificarla, a expandirla… Beethoven Kathia : Beethoven posee esa magia que te permite encontrar diferentes ápices de amor en fragmentos ínfimos de música. Por lo tanto, el acercamiento a cada una de las cuatro sonatas ha de ser diferente. Dentro de su universo musical, hay algo recurrente que parece augurar el futuro de su obra cumbre, y es que en cualquier fragmento de su producción podemos escuchar los primeros ecos de la futura Novena sinfonía. Ese espíritu de la Novena que, aunque todavía no haya sido compu...

Cada quien su Hendrix

  The Jimi Hendrix Experience Un día comencé a escucharlo en los videos de You Tube y la primera sorpresa fue que existe mucho material musical de Jimi Hendrix, alguna entrevista, pero sobre todo presentaciones en vivo, en particular del prolífico año de 1969, cuando hace giras por Europa y toca en las capitales más prendidas del continente, acompañado de Noel Redding y Mitch Mitchell, bajo y batería, con los que se las arregla para hacer un sonido envolvente y estruendoso. Era un científico del ruido. Tiene “canciones” de sonidos chirriantes, eléctricos, ferroviarios, aéreos, bélicos, todo hecho con sus cuerdas y el pedal wah-wah . Hay videos desde 1968 y hasta 1971, el grueso de las presentaciones disponibles en este sitio es de 1969, Hendrix se presenta en Nuremberg, Dinamarca, Estocolmo, el concierto Live in Munster. De 1968, antes de viajar a Europa, hay videos de sus conciertos en Dallas, Fillmore East NY, Portland, Milwaukee y Wisconsin; The Scene , del 28 de febrero de 19...

¿Éramos civilizados? - Villa Olímpica

  Me enteré de su muerte, Daniel da Silveira, mi casero uruguayo en el departamento del edificio 3 de la Villa Olímpica. Daniel tenía costumbres higiénicas muy europeas para horror de la pudibunda Gisela, nívea puertorriqueña, fascistoide y elegante; también muy bella, estudiante de cine en el CUEC donde Daniel era profesor; Gisela odiaba a los mexicanos, pero me parece que odiaba a medio mundo; la tercera recámara la ocupaba Molgorito, alegre segundo apellido de una menuda joven rubiecita de la ciudad de México, de pelo muy cortito. Agradable, sencilla y bonita. Y yo el cuarto. Daniel Da Silveira era el anfitrión, el que rentaba el departamento, un profesor muy amable y uruguayo, muy uruguayo; melómano, lector empedernido de cuya biblioteca guardo grandes recuerdos; me serví la colección completa de novela negra de Bruguera. Revistas liberales, Play boy, etcétera; era el administrador, a él le daba mensualmente los 2.5 millones de pesos, que era el monto de la renta que pagábamo...

El contenido de nuestros recuerdos

  “Los recuerdos cambian cada vez que los traemos a la mente”, escribió Sarah Romero en Muy Interesante España*, nuestro cerebro solo conserva lo esencial de cada recuerdo, el contenido de esos recuerdos va cambiando con el tiempo. “Más aun -reflexiona-, ¡cuanto más traemos un recuerdo a la mente, más cambia!”. Sinceramente no recuerdo que mis recuerdos cambien en los momentos en que son recordados, una y otra vez; hay recuerdos que recuerdo más, que recuerdo mucho. Otros –que había olvidado**– me asaltan repentinamente. Aunque desde luego los recuerdos son ejemplos de reelaboración, de enriquecimiento de los recuerdos, sobre todo si los escribes. Cuando los escribes con las obvias necesidades del abecedario, la necesidad de palabras te obliga a discernir tu modesto vocabulario y poner tus recuerdos en descripciones no necesariamente verídicas, con el punto y la coma como personajes de la trama. En el acto de recordar es posible reconocer nuestra honestidad intelectual, si nos m...

La ciudad en palabras

  Partamos de que nuestros jóvenes son, en su gran mayoría, pobres, muy pocos tienen dinero para pagar la cultura privada materializada en los libros, los cafés, las galerías o los cines. A ellos es a quienes los gobiernos (municipal, estatal, federal) les debe proporcionar espacios y si es posible recursos a través de la gratuidad. La tristeza de ver un turismo que solo aprovecha una parte de su potencial, un centro hermoso y culto con una pobre oferta turística poco imaginativa que no termina de atreverse a emprender visiones vanguardistas para detonar un turismo original para la ciudad. ¿Qué quieren los jóvenes? Le pregunté a mi amiga Rocío Coca, treintañera, sentados a la mesa de su cocina, lo reflexionó así: “De los lugares a los que de repente está bien darse una vuelta cuando no llevas lana, te vas a Profética y estás viendo libros un rato, estás como dando la vuelta ¿no? Ahorita acaban de abrir un café que es tipo café galería y puedes estar en la galería o puedes estar...

Estereofónico

La primera noción que tuve sobre lo estereofónico ocurrió en los años sesenta. Surgió de un aparato Panasonic que mi papá trajo del El Paso, Texas. Rápidamente pudimos apreciar sus atributos, pues en tanto oíamos en la bocina izquierda una sección de la música, en la derecha escuchábamos otra parte. El estéreo había llegado a nuestras vidas. Nunca pasó por mi cabeza que las cualidades bipolares del equipo la tenían también todos los seres humanos y los animales, excepto los sordos, como yo. No quiero ser dramático. Era –y sigo siéndolo y seré– sordo de mi oído derecho, anomalía que pudimos detectar desde temprana edad, incluso mereció una consulta con el especialista de la capital estatal que supuestamente me lo “destapó” desde la nariz; en realidad no representaba un defecto que me incapacitase en ningún sentido. Y así pasé la vida, las décadas transcurrieron sin sobresaltos en materia de audición. En mi lado derecho era “duro de oído”, pronto nos habituamos a que había que lanzarme...