Esta es una leyenda probablemente sobre el origen del volcán La Malinche, también conocido como Matlalcueye (llamado por los antiguos como Matlalcuéitl: falda azul en náhuatl), que los estados de Tlaxcala y Puebla comparten en sus límites de altura a 4,500 metros snm. Me gustó porque involucra ese sentimiento nacional, ambiguo como pocos, que conocemos como malinchismo, una suerte de autodesprecio y especial aprecio por lo extranjero, por lo europeo de tez blanca aquí representada por un ánima que es a la vez nieve y española, con la que presuntamente los hombres que suben quisieran casarse. Pero antes tendrán que aceptar ciertas condiciones. Así me la contó Francisco Jiménez. En determinado momento las personas que viven cerca del volcán, a las faldas del volcán, dicen que a principios de cada año, el primero de enero, el dos de enero, se aparece una mujer blanca; cuando un hombre va subiendo solo hacia la punta de la Malinche, simplemente por recorrerlo, por distraerse o...