El hombre no me dio su nombre, a pesar de que se lo pedí, pero me dio algo más importante, me dio un conocimiento acumulado por medio siglo que este amable bosquecino derrochó con el visitante; todos hemos conocido a esos personajes de nuestra vida que resultan ser autoridades en esto y lo otro. Este hombre, que llamaré Gonzalo, me habló esa tarde de marzo de 2007 de las calidades de la madera regional y de sus diferencias. No trabajo tanto la parota –dijo–. A veces el cuacuololote, que es madera buena, su madera no se pudre, porque el pino es para un tiempo nada más. La parota se consigue en Ometepec, le sale la tabla como en cien pesos, es lo más caro. Se presta para trabajar, pero es muy dura, la bestia no la…Yo a veces hago mesabanquitos para la escuela, butacas, vaya. Banquitas para la iglesia, para la capilla. También puertas y ventanas. Ahora se les hace caro, por eso usan metálica, pero la metálica se agujerea, necesita estarla pintando cada año, se oxida y donde se o...