sábado, 30 de abril de 2022

De niñas y de niños

 


Un 30 de abril de 1995, aproximadamente, le di un libro de regalo a Luz por el “Día del niño”; lo recibió, desde luego, pero me preguntó con ambición: ¿cuándo es el día de la niña? ¡Es hoy, también!, le respondí, al tiempo que reconocía que algo fallaba en la denominación de esta antigua celebración. A partir de entonces, tanto en familia como en la estación de radio, incorporé el “Día del niño y de la niña”, que al unísono también implementaron otros padres y funcionarios del gobierno que tuvieron, quizás, una experiencia similar, pues por entonces el lenguaje incluyente definitivamente no era algo de nuestro mundo. De modo que son las generaciones las que empujan esos cambios, y a veces, como en este caso, desde muy temprana edad.

Hace tiempo dejaron de ser niñas –bueno, Luz ha dejado de ser oficialmente “joven”, tengo entendido–, pero para nosotros ustedes serán por siempre nuestras niñas. Las niñas de nuestros ojos, de nuestras entrañas y de nuestras vidas. ¡Felicidades, mis niñas!


Foto de Eugenia Monroy

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martes, 19 de abril de 2022

Tono enológico

 


En el súper debo elegir entre un vino Merlot y Cabernet, olvídate de casi todo lo demás. Hay que seguir probando los chilenos y otros italianos.

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sábado, 16 de abril de 2022

Ningún pariente

 

Porfirio Díaz condecora al cadete Federico Méndez Rivas

En los últimos meses estuve releyendo/remirando la historia gráfica de la revolución de Toscano, una maravilla de información visual; voy en el tomo 6, creo que no avanzaré más y no completaré los diez porque a mi juicio aquí terminan las fotos de la revolución.

Adelitas/Casasola

Las fotos importantes de la revolución mexicana están en esos seis tomos, de la Adelita al brazo del general Álvaro Obregón flotando en un frasco con formol, que conocí en el museo mausoleo de San Ángel; a partir del tomo 3, la colección se pone un poco oficialosa, está el corazón de aquel diferendo que terminó gobernando la Nomenklatura bélico-legal que siguió a la muerte de Obregón, la institucionalidad con todos sus rumores militares.

Postín, no tarugadas/Casasola

Los siguientes presidentes, breves al principio, muy elegantes en las impecables fotografías en blanco y negro tomadas o rescatadas por la hacendosa familia Casasola, comenzando por don Gustavo; retrataron al servicio público de México y cumplieron un papel imprescindible de cronistas de la imagen,  con don Porfirio encabezando ceremonias a cuál más solemnes y de verdadero postín.

Gran festejo para el centenario de la Independencia

Que si el embajador japonés, que si el español. Y comienza también una sucesión de nombres y renombres que son los participantes y los ganadores de los puestos que se repartieron con generosidad. En fin, mil nombres. Diez mil nombres. Los he leído con relativa atención y hay una notoria ausencia de nuestros genes en la conflagración, ningún ancestro Noyola que haya estado en aquellos eventos, en un puente, en alguna manifestación, nada; están todos los demás, Meades desde 1910, Muños Ledos y, desde luego, López, desde el XIX, pero ningún Noyola, será que esos estados de donde proviene nuestro apellido, concretamente San Luis Potosí y Zacatecas, participaron muy discretamente en la revolución, el que no haya parientes nuestros en los seis tomos del la enciclopedia de Casasola.

La bisabuela Magdalena Venegas

Rocha, en cambio, hay; en la reforma tenemos a Sóstenes y en la revolufia uno que otro, incluso zapatistas, pero ese es un apellido prestado por don Candelario Rocha a mi abuelo Leopoldo, que desposó a su madre  –en la foto– y le dio su apellido.

El abuelo Leopoldo Rocha Venegas

Se conjetura que nuestro verdadero bisabuelo haya sido un chino, pues dejó claras señas en el rostro del niño, pero los chinos apenas aparecen en el libro de Casasola, creo que colgados de unos postes telegráficos en Mazatlán. Estoy históricamente preocupado y sé que tú tampoco. La de la foto es Magdalena Venegas, madre de Leopoldo Rocha, no era una Adelita, era una campesina de San Juanito, pero participó en la batalla del 11 de diciembre de 1910 en Cerro Prieto, Chihuahua, para defenderse de los crímenes que venía cometiendo en la región el ejército federal, que comandaba el temible general Juan J. Navarro.

Chinos de Torreón

No fueron parientes nuestros.


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