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Mostrando entradas de 2015

De una hija

A 23 de septiembre de 2015 en un hoyito de la ciudad de Puebla, frente a una computadora Para papá: La carta tardía Hay una tendencia en nuestra cultura de decir cosas amables cuando es el cumpleaños de alguien. Quizás son cosas que uno siempre siente o piensa pero que por otra cuestión cultural – la de no expresar las emociones – uno se calla y sólo juguetea con ellas en la cabeza. La cultura como supresora de la voluntad. Este es mi acto volitivo, este es mi acto de palabras y es para ti. Los cincuenta y ocho años de un padre no son alentadores pues son una certeza de que el tiempo avanza y de que algún día no tendrás a uno de tus maestros que te aconseje qué sí y qué no con la vida (así, la vida personificada porque no merece menos). Es una certeza también de que ya no se es niño y de que el mundo es cada vez más caótico y el tiempo no alcanza. Una de las cosas que he comprendido como aprendiz de lingüista y novia de la literatura, es que hay emociones y conoci...

Un tanguero con fuelle

La primera vez que Astor Piazzolla recibió una crítica musical fue del mismísimo Carlos Gardel que lo escuchó en Nueva York en su calidad de muchacho aprendiz. “El fuelle lo tocás bárbaro –le dijo el zorzal criollo -, pero al tango lo tocás como un gallego.” Por desgracia no fue la única crítica. A mediados de los años cincuenta Piazzolla era linchado mediáticamente por sus detractores que lo consideraban “el asesino del tango”; lo que tocás no es tango, vociferaban, sos un pelotudo, un snob, un irrespetuoso; tu música es un hibrido altisonante, expresaban los ortodoxos del tango, una música de armonía disonante. En el momento más crítico las estaciones de radio y las disqueras de Buenos Aires no se atrevieron a difundirla. Las innovaciones que Astor Piazzolla introduce al tango nadie las esperaba, pues era una revisión integral: ritmo, timbre y armonía que fueron destrozados por los tradicionalistas pero defendidos y reivindicados por los intelectuales y los músicos interesad...

La Cultura popular y los pequeños gustos

Cualquier idea que se exprese en torno a la cultura popular resulta incompleta, pues los placeres y experiencias que implican la cultura popular; los recuerdos, las tradiciones, nunca obedecen a una sola razón, sino que la cultura popular, cuando se origina, ya está conectada a otros factores que también la constituyen. La cultura popular se realiza y evoluciona permanentemente. Si existe una guitarra, un horno de cerámica, una masa de pan, el actor de la cultura popular tiene abierto un camino que caminará con sus escasos o sobrados recursos. Está en permanente evolución, es lo que considera Canclini. La visión de la cultura popular puede ser tan vasta como la vida misma, se nos presenta siempre incompleta y con muchos intereses paralelos. El estudio puede ser un gran estímulo, pero no es arte, no es cultura popular.  ¿Es el deporte cultura popular? Tal vez el deporte no lo sea, pero el juego sí, la invención de las reglas y los campeonatos. La cultura del deporte es nece...

Por qué me quité del voto

Parafraseando aquella vieja recitación llamada “Por qué me quité del vicio”, debo confesar que durante tres décadas participé en las elecciones de mi país convencido de que la democracia es el sistema menos malo para la conducción de los pueblos, anclados como están en un capitalismo brutal y cavernario en donde unos pocos viven como dioses y la mayoría sobrevive en una raquítica existencia de limitaciones y carencias. No es por hacerles desaigre... Es que ya no soy del vicio... Astedes me lo perdenen, pero es qui hace más de cinco años que no voto más, onqui ande con los amigos. Con mi indiferencia a “sus” elecciones quiero dejar patente mi desprecio absoluto a los partidos políticos y sobre todo a los políticos que componen esos partidos; a las instituciones electorales y la patética indignidad que han mostrado ante los desplantes de los pillos del Partido Verde y su humillante demostración de impunidad y complicidad con el resto de las instituciones dizque democráticas. ...

Doña Facunda

Doña Facunda Juárez Corichi me recibió en su casa de San Juan Tzicatlacoyan, Puebla, para contarme de los antiguos y sobre los talleres de Ecoturismo que en 2010 estaban practicando en la comunidad. Nos sentamos en sillas que rodeaban una mesa larga ella, su nieta que me hizo el favor de llevarme, y yo. ¿Qué recuerda del pueblo de antes, dona Facunda? Mis abuelitos nos contaban que había revolución, nos contaban de la revolución, que había hambre, que había zapatistas, pues eso nos contaban; que habían sufrido mucho, que los carrancistas venían y les quitaban lo que tenían, sus pertenencias, o simplemente hasta sus comida que tenían, o sus animalitos, se lo llevaban. O si habían preparado de comer, venían y se la llevaban, o también a las mujeres se las llevaban y las iban a dejar por allá perdidas. A veces hasta los mataban, los mataban por allá por el cerro, o iban a traer su maicito, se iban lejos hasta por Tlaxcala a conseguir el maíz porque pasó la revolución y ...