En fin, querida hermana, se me acaba el recreo. Tengo ahorita en la pandemia tres trabajos formales y los trabajo, a ratitos, las 24 horas del día; el resto del tiempo hago lo que me da mi regalada gana, así que estoy muy bien, ya ves que cumplí 66 y que todo en mi entorno marcha relativamente bien, creo que esa es la vida, la única. Y ante las desgracias del mundo, mi vida está bastante bien, con ustedes mi familia, que están bien, lo que me lleva a reflexionar que, personalmente, solo he visto cariño y progreso en mi vida, así que no me puedo ni me voy a quejar. Ha sido una excelente vida, y para mejor atributo, pobre, porque eso me ha permitido entender una verdad insoslayable que los desgraciados ricos nunca entienden, entregados a la acumulación y al consumo, que terminan entendiéndolo muy tarde, al final de sus existencias: que lo mejor en la vida es la felicidad sencilla, el dinero siempre dificulta las cosas, la felicidad se encuentra en el amor, el arte, la salud, la nat...