Como sabes, toda mi vida he sido un aprendiz de artista plástico que ha demostrado a lo largo de los años, si no calidad, al menos una consistente pasión. Desde niño y hasta el día de hoy Picasso es uno de mis pintores favoritos, me gusta su fuerza, sus sorprendentes metamorfosis y su compromiso. Y dentro de su amplia obra, desde la primera vez que lo ví, fui tocado por el encanto desastroso de su monumental Guernica –vaya, qué original, seguro soy el único-, cuadro que he reproducido total o parcialmente muchas veces en las últimas décadas. No resisto la tentación y mi atrevimiento ha llegado al grado de colorearlo –tímidamente, pero colores al fin.
El cuadro del Guernica surge por un acontecimiento ocurrido un día como hoy, 26 de abril, pero de 1937, cuando el tranquilo pueblo vasco de Guernica, en España, es bombardeado por la Legión Cóndor de los nazis, como castigo a la población civil que luchaba contra las fuerzas de Francisco Franco. Un ensayo bélico que, a pesar de los horrores subsecuentes en el mundo, sigue indignando a la humanidad.
El cuadro del Guernica surge por un acontecimiento ocurrido un día como hoy, 26 de abril, pero de 1937, cuando el tranquilo pueblo vasco de Guernica, en España, es bombardeado por la Legión Cóndor de los nazis, como castigo a la población civil que luchaba contra las fuerzas de Francisco Franco. Un ensayo bélico que, a pesar de los horrores subsecuentes en el mundo, sigue indignando a la humanidad.
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