No sé si tengo un virus o qué, pero no me siento bien. Si tuviera pulmones estarían al 50 % de su capacidad respiratoria, pero hoy apenas tengo un remedo de perfil que ni a eso llega, como si mi rostro quisiera desarticularse, escindirse, el ojo izquierdo y la boca por un lado, el resto de mi cara por otro. He ahí la imagen de un ser fraccionado, automutilado, dividido como un partido político. No es un virus porque yo no respiro, soy un objeto animado pero muerto. No estoy vivo, no respiro… ¿o sí?
El taller de la FEEP de Tzicatlacoyan, con financiamiento de la ONG española Ayuda en Acción, concluyó su escultura de papel maché con la representación del Tentzo, figura mítica de origen prehispánica situada en la parte alta del kiosco de la plaza principal de la comunidad de San Juan Tzicatlacoyan, Puebla. De acuerdo a la investigadora Antonella Fogetti ( Tenzonhuehue: El simbolismo del cuerpo y la naturaleza ), El Tentzo es una entidad “mitad dios y mitad no”, deidad antigua intrínsecamente buena, dadora de dones, que de acuerdo a la tradición tiene la facultad de asumir diferentes apariencias: catrín, charro, viejo barbón, anciana, mujer hermosa o animales diversos, que también podría ser interpretado como el famoso nahual o entidad similar. Hoy todos niegan venerar al Tentzo, pero las ofrendas periódicamente depositadas en su honor refieren todo lo contrario. Es una suerte de deidad negada pero viva, vigente. El Tentzo, cuyo nombre ostenta una montaña y la propia cordill...
cielos....parece que esta algo deprimido
ResponderEliminarpor-si-no....y si le consiguieras una movil para que no se sienta a la mitad....o por el momento un tapabocas...quien sabe si respire pero tal vez eso le haga sentir mejor...