Hoy amanecí cejijunto, partido por la mitad como si quisiera distinguir la luz y la oscuridad de mi propio destino. Veo que la luz sólo me beneficia parcialmente, la mayor parte de mí se despertó en la sombra. Veo el optimismo de mi ojo derecho pero mi visión es oblicua y por lo tanto distorsionada. Mi nariz transita por su peor perfil y mi boca permanece alelada. No es un buen día para comprar Melate, perdería mi dinero. Es un día para buscar la luz, volverme sobre mis propios pasos y rodar hacia la luz. Una acción rápida, contumaz. ¿Llegará ese día?
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