Para terminar el tema de la vaca lechera, quisiera detenerme brevemente en la presunta existencia de cuatro estómagos en estos amables animales. Pues bien, es cierto. Famoso comedor de pancita, por la que fui capaz de atravesar la ciudad de México, de Coyoacán hasta Satélite, buscando calidad en las panzas, nunca superé la barrera de la ignorancia y siempre fui incapaz de pedir “librillo” o “cuajar” como otros avezados consumidores.
- Un mole
- ¿de panza?
- Pus sí.
Popularmente los estómagos de una vaca se conocen con los nombres de panza, bonete, librillo y cuajar. El primero lo utilizan para remojar la pastura que comen, el segundo para deglutir esa pastura que mastican durante todo el día, el tercero y cuarto para procesar y fermentar.
Pero una forma más especializada de ver este proceso con sus nombres y funciones médicas correctas, resulta que puede hablarse también de un solo estómago, con cuatro funciones: la vaca es un animal rumiante, que en su etapa adulta cuenta con un estómago de cuatro compartimentos gástricos en función: el rumen, el retículo, el omaso y el abomaso. Estas cavidades estomacales tienen diferentes actividades en el proceso de la digestión de sus alimentos. Ahora, como se aprecia en la ilustración del interior de la vaca, claramente son cuatro las cosas mencionadas.
El retículo y rumen son los primeros estómagos de los rumiantes. El contenido del retículo es mezclado con los del rumen todo el tiempo. Los dos estómagos comparten una cantidad enorme de microorganismos (bacterias, protozoos y fungi) que les ayudan a ablandar y procesar la pastura que comen. El tercer estómago se llama omaso y tiene una capacidad de hasta 10 kilogramos de comida, tiene una alta capacidad de absorción y funciona como un órgano de transición entre el rumen y el abomaso, que es el nombre del cuarto estómago. El abomaso se parece al estómago de los animales no-rumiantes, produce ácidos muy poderosos y muchas enzimas digestivas que acabarán por deshacer y digerir completamente los fibrosos alimentos de estos animales.
La verdad no me quedó claro.
- Un mole
- ¿de panza?
- Pus sí.
Popularmente los estómagos de una vaca se conocen con los nombres de panza, bonete, librillo y cuajar. El primero lo utilizan para remojar la pastura que comen, el segundo para deglutir esa pastura que mastican durante todo el día, el tercero y cuarto para procesar y fermentar.
Pero una forma más especializada de ver este proceso con sus nombres y funciones médicas correctas, resulta que puede hablarse también de un solo estómago, con cuatro funciones: la vaca es un animal rumiante, que en su etapa adulta cuenta con un estómago de cuatro compartimentos gástricos en función: el rumen, el retículo, el omaso y el abomaso. Estas cavidades estomacales tienen diferentes actividades en el proceso de la digestión de sus alimentos. Ahora, como se aprecia en la ilustración del interior de la vaca, claramente son cuatro las cosas mencionadas.
El retículo y rumen son los primeros estómagos de los rumiantes. El contenido del retículo es mezclado con los del rumen todo el tiempo. Los dos estómagos comparten una cantidad enorme de microorganismos (bacterias, protozoos y fungi) que les ayudan a ablandar y procesar la pastura que comen. El tercer estómago se llama omaso y tiene una capacidad de hasta 10 kilogramos de comida, tiene una alta capacidad de absorción y funciona como un órgano de transición entre el rumen y el abomaso, que es el nombre del cuarto estómago. El abomaso se parece al estómago de los animales no-rumiantes, produce ácidos muy poderosos y muchas enzimas digestivas que acabarán por deshacer y digerir completamente los fibrosos alimentos de estos animales.
La verdad no me quedó claro.
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