En 1861 muere, paradójicamente acribillado, el general Santos Degollado, nacido 50 años antes en Guanajuato, para ser un valiente y exitoso militar y político que fue gobernador de Michoacán y ministro de Juárez en dos ocasiones. Tan popular era, que dos meses después de morir fue declarado Benemérito de la Patria y algunos pidieron que se le nombrara El Santo de la Reforma. Finalmente no fue ni santo ni degollado, Santos Degollado murió en la Batalla de las Cruces, en su intento de cazar al Tigre de Tacubaya, el peligroso Leonardo Márquez, y no vivió para contarlo.
El taller de la FEEP de Tzicatlacoyan, con financiamiento de la ONG española Ayuda en Acción, concluyó su escultura de papel maché con la representación del Tentzo, figura mítica de origen prehispánica situada en la parte alta del kiosco de la plaza principal de la comunidad de San Juan Tzicatlacoyan, Puebla. De acuerdo a la investigadora Antonella Fogetti ( Tenzonhuehue: El simbolismo del cuerpo y la naturaleza ), El Tentzo es una entidad “mitad dios y mitad no”, deidad antigua intrínsecamente buena, dadora de dones, que de acuerdo a la tradición tiene la facultad de asumir diferentes apariencias: catrín, charro, viejo barbón, anciana, mujer hermosa o animales diversos, que también podría ser interpretado como el famoso nahual o entidad similar. Hoy todos niegan venerar al Tentzo, pero las ofrendas periódicamente depositadas en su honor refieren todo lo contrario. Es una suerte de deidad negada pero viva, vigente. El Tentzo, cuyo nombre ostenta una montaña y la propia cordill...
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