En 1861 muere, paradójicamente acribillado, el general Santos Degollado, nacido 50 años antes en Guanajuato, para ser un valiente y exitoso militar y político que fue gobernador de Michoacán y ministro de Juárez en dos ocasiones. Tan popular era, que dos meses después de morir fue declarado Benemérito de la Patria y algunos pidieron que se le nombrara El Santo de la Reforma. Finalmente no fue ni santo ni degollado, Santos Degollado murió en la Batalla de las Cruces, en su intento de cazar al Tigre de Tacubaya, el peligroso Leonardo Márquez, y no vivió para contarlo.
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