El 10 de agosto de 1997 el diario Sunday Mirror publicó una foto por la que había pagado algo así como 30 mil dólares y que cambiaría el destino de algunas vidas. En la fotografía, algo lejana, difusa, aparecían la ex princesa Diana y el señor Dodi al Fayad, en apasionado beso, que dejaba fuera de dudas una relación entre ambos. La fotografía hizo rotar el engranaje de la maquinaria del morbo. La cacería se había desatado.
A partir de este día cada respiro, mirada, gesto, paso de Diana fue registrado por decenas de paparatzis en una verdadera acción de caza que terminaría una semana después, el 7 de septiembre, cuando su obra fue coronada por el aparatoso accidente en París donde murieron ambos.
Algo deberíamos aprender de esta triste y lamentable historia. En México tenemos una gran frase para repudiar lo que hicieron con Diana de Gales: El respeto al derecho ajeno es la paz; la falta de ese respeto, ya lo vimos, es la muerte.
A partir de este día cada respiro, mirada, gesto, paso de Diana fue registrado por decenas de paparatzis en una verdadera acción de caza que terminaría una semana después, el 7 de septiembre, cuando su obra fue coronada por el aparatoso accidente en París donde murieron ambos.
Algo deberíamos aprender de esta triste y lamentable historia. En México tenemos una gran frase para repudiar lo que hicieron con Diana de Gales: El respeto al derecho ajeno es la paz; la falta de ese respeto, ya lo vimos, es la muerte.
Comentarios
Publicar un comentario