Apenas el sábado pasado Leonard Cohen se desvaneció durante un concierto en el velódromo de Valencia, España, mientras interpretaba la cuarta canción de su concierto. No está el horno para bollos, Leonard. El sempiterno artista canadiense cumplía una más de sus giras a una edad en la que es más recomendable tener los pies metidos en unas confortables pantuflas sentado en un cómodo sofá a un lado de la chimenea. Pero no él, Leonard, el guerrero canadiense que el día de hoy cumple 75 años en plena recuperación del entripado que lo hizo desvanecerse.
Cohen es un artista singular. Nacido en Montreal en 1935, desde los años noventa vive, acompañado de su esposa Mariana y su hijo Axel, en la isla Hydra en la costa de Grecia. La mayoría lo conoce como compositor y cantante, pero desde el inicio de su carrera en los años sesenta, demostró ser un inspirado escritor al publicar dos novelas, una de ellas muy aclamada: El juego favorito, además de su controversial libro de poesía Flores para Hitler, que junto a otros siete ha publicado en su idioma materno, el francés. Como músico, Cohen ya recibió los premios recibibles y no desea más. Su dinero lo invierte en originales experimentos artísticos y ecologistas, toca con los grandes maestros internacionales y graba un álbum por lo menos cada dos años con sostenida calidad y garantizadas ventas. Yo lo escucho hace veinte años por lo menos una vez a la semana, seleccionado por Malú desde su computadora, ha sido canción de cuna, de cama y de desvelos en esta casa. Por todo eso, gracias Leonard, no entiendo lo que dices, pero sospecho que son mensajes inspirados e inteligentes, tal como ha sido la trayectoria de tu vida. Salud, pues, en tus setenta y cinco.
Cohen es un artista singular. Nacido en Montreal en 1935, desde los años noventa vive, acompañado de su esposa Mariana y su hijo Axel, en la isla Hydra en la costa de Grecia. La mayoría lo conoce como compositor y cantante, pero desde el inicio de su carrera en los años sesenta, demostró ser un inspirado escritor al publicar dos novelas, una de ellas muy aclamada: El juego favorito, además de su controversial libro de poesía Flores para Hitler, que junto a otros siete ha publicado en su idioma materno, el francés. Como músico, Cohen ya recibió los premios recibibles y no desea más. Su dinero lo invierte en originales experimentos artísticos y ecologistas, toca con los grandes maestros internacionales y graba un álbum por lo menos cada dos años con sostenida calidad y garantizadas ventas. Yo lo escucho hace veinte años por lo menos una vez a la semana, seleccionado por Malú desde su computadora, ha sido canción de cuna, de cama y de desvelos en esta casa. Por todo eso, gracias Leonard, no entiendo lo que dices, pero sospecho que son mensajes inspirados e inteligentes, tal como ha sido la trayectoria de tu vida. Salud, pues, en tus setenta y cinco.
En efecto, lo que dice es genial. Me atrevo a decir que es mi letrista favorito. Por cierto, la razón por la que anda en escenarios y no en pantuflas es que su contador se lo tranzó y perdió todo el dinero para su retiro... malo por él, pero fabuloso para los que lo pudimos ver en la actual gira.
ResponderEliminar