- Qué pasa don Pavón, por qué hay tanto guajolote
- Son los del sindicato, Guajillo, cerraron su compañía y ahora los traen a todos juntos para venderlos en paquete.
- Ah, ¿son los de la guajoelectricidad?
- Ajá…
- ¿Pues no que los iban a liquidar?
- Mmm, sí. Eso es lo que están haciendo. Para eso están formados.
- Pues no parecen tan tristes, don Pavón.
- (es que no lo saben, shhh) Creen que van a “recibir” su liquidación.
- Uh, mano, pues pobres. ¿Y a dónde van a ir a parar?
- Pues como faltan todavía tres meses para la Navidad, lo lógico es que estén destinados a la fiesta del Día de acción de gracias.
- Órale, órale, ¿qué es eso?
- Pues es una celebración en los Estados Unidos, que se celebra en noviembre.
- ¿Y qué? ¡también comen pavo! ¿no?
- Pues sí. Ciertamente comen pavo, Guajillo.
- Ah, que la fregada ¿y cuántas sorpresitas de esas nos tienen reservadas, don Pavón? ¿los canadienses no tienen una fiesta del pavo? ¿o los franceses?
- Que yo sepa no, Guajillo.
- Parpadea uno y le salen con otra gran festividad. ¿Y qué van a comer los señores? Pues ¡guajolotes! Aquí estamos sus mensos para ayudarlos a celebrar ¿no cree don Pavón?
- Pues todo es relativo, Guajillo. A los pollos los matan cada fin de semana.
- Pues sí, pero no deja de ser una lástima, don Pavón. Mire qué pavos tan bonitos, mire ese gordito.
- Es el líder, Guajillo. Siempre terminan siendo doble pechuga.
- Y también los que lo acompañan. Mire nomás qué pechugas, don Pavón.
- Son pavos muy bien alimentados, Guajillo. El sindicato daba para todo.
- Ya lo creo, no se conforman con tortilla mojada como nosotros ¿verdad?
- ¡Por supuesto que no!
- Adiós, compañeros, nos vemos en el horno crematorio.
- ¡Guajillo! No seas impertinente…
- Son los del sindicato, Guajillo, cerraron su compañía y ahora los traen a todos juntos para venderlos en paquete.
- Ah, ¿son los de la guajoelectricidad?
- Ajá…
- ¿Pues no que los iban a liquidar?
- Mmm, sí. Eso es lo que están haciendo. Para eso están formados.
- Pues no parecen tan tristes, don Pavón.
- (es que no lo saben, shhh) Creen que van a “recibir” su liquidación.
- Uh, mano, pues pobres. ¿Y a dónde van a ir a parar?
- Pues como faltan todavía tres meses para la Navidad, lo lógico es que estén destinados a la fiesta del Día de acción de gracias.
- Órale, órale, ¿qué es eso?
- Pues es una celebración en los Estados Unidos, que se celebra en noviembre.
- ¿Y qué? ¡también comen pavo! ¿no?
- Pues sí. Ciertamente comen pavo, Guajillo.
- Ah, que la fregada ¿y cuántas sorpresitas de esas nos tienen reservadas, don Pavón? ¿los canadienses no tienen una fiesta del pavo? ¿o los franceses?
- Que yo sepa no, Guajillo.
- Parpadea uno y le salen con otra gran festividad. ¿Y qué van a comer los señores? Pues ¡guajolotes! Aquí estamos sus mensos para ayudarlos a celebrar ¿no cree don Pavón?
- Pues todo es relativo, Guajillo. A los pollos los matan cada fin de semana.
- Pues sí, pero no deja de ser una lástima, don Pavón. Mire qué pavos tan bonitos, mire ese gordito.
- Es el líder, Guajillo. Siempre terminan siendo doble pechuga.
- Y también los que lo acompañan. Mire nomás qué pechugas, don Pavón.
- Son pavos muy bien alimentados, Guajillo. El sindicato daba para todo.
- Ya lo creo, no se conforman con tortilla mojada como nosotros ¿verdad?
- ¡Por supuesto que no!
- Adiós, compañeros, nos vemos en el horno crematorio.
- ¡Guajillo! No seas impertinente…
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