Este día de 1907 nace en Orizaba, Veracruz, el célebre compositor de varias generaciones de niños de habla castellana Francisco Gabilondo Soler, Cri Cri, paradigma de los músicos mexicanos interesados en componer música para los niños y las niñas. Y si en la década de los treinta, Francisco Gabilondo Soler irrumpe en la escena con un derroche de imaginación y recursos insospechados, el resto de las décadas del Siglo XX y principios del XXI hemos sido testigos de los vanos intentos que decenas de compositores y artistas han hecho por equipararse al genio de Cri Cri. Por talentosos que éstos hayan sido, no han llegado ni a los espolones del genial grillito cantor.
A ciento dos años del nacimiento y diecinueve de la muerte de Francisco Gabilondo Soler, la pregunta es si los mexicanos hemos correspondido a lo mucho que recibimos de Cri Cri, ya que crecimos bajo la magia de sus canciones, si acaso no hemos pecado de pichicatos a la hora de reconocer su enorme talento. No hay –y por lo visto, no habrá-, un parque de diversiones decoroso que lleve su nombre; hay una sola película sobre su vida, con López Tarso, pero ninguna sobre sus personajes; ni programas de televisión, ni historietas, ni nada. El caudal imaginativo de Cri Cri merecía mejor suerte, al menos proporcionalmente a la que han recibido artistas de menor talento pero mayor presencia en la televisión, a los que poco ha faltado para que se les nombre héroes nacionales. ¿Quién es el que anda ahí?, pues quién más, es Cri Cri.
A ciento dos años del nacimiento y diecinueve de la muerte de Francisco Gabilondo Soler, la pregunta es si los mexicanos hemos correspondido a lo mucho que recibimos de Cri Cri, ya que crecimos bajo la magia de sus canciones, si acaso no hemos pecado de pichicatos a la hora de reconocer su enorme talento. No hay –y por lo visto, no habrá-, un parque de diversiones decoroso que lleve su nombre; hay una sola película sobre su vida, con López Tarso, pero ninguna sobre sus personajes; ni programas de televisión, ni historietas, ni nada. El caudal imaginativo de Cri Cri merecía mejor suerte, al menos proporcionalmente a la que han recibido artistas de menor talento pero mayor presencia en la televisión, a los que poco ha faltado para que se les nombre héroes nacionales. ¿Quién es el que anda ahí?, pues quién más, es Cri Cri.
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