- ¿Por qué tanto alboroto, don Pavón? Ví que se estaban llevando unos pavos gordos del sindicato ¿qué pasa?
- Pues… es un día importante, Guajillo.
- Pero el día de la Guajorevolución fue el 20, hoy no festejamos nada.
- Aquí no, Guajillo, pero en REsdtados Unidos...
- ¿Estados Unidos?
- Bueno, sí, este... es que allá... ¿cómo decirte, Guajillo?
- A ver, a ver, don Pavón, barájemela más despacio. ¿De qué se trata tanto secreto?
- No, no es secreto, Guajillo. En los Estados Unidos se festeja el día de Acción de Gracias. Y ellos acostumbran…
- ¿?
- … bueno, pues hacen una cena y… ellos…
- Ya, don Pavón, no me lo diga: ¿cenan guajolote?
- Pero es sólo durante este día, Guajillo.
- Pero nosotros no somos gringos, don Pavón, qué tenemos que ver con su fiesta.
- Bueno, somos un producto de exportación, Guajillo.
- Será el sereno, que se coman a los guajolotes gabachos.
- Por lo visto no les alcanzan.
- No es posible, don Pavón. ¿Qué tiene el mundo contra los guajolotes? Nosotros no le hacemos daño a nadie.
- Somos un ave especial, Guajillo. Por esos nos cenan en las fiestas principales.
- Ay, sí, qué padre ¿no?
- ¿Preferirías ser pollo para que te comieran cualquier fin de semana?
- Claro que no.
- O cerdo, que viven como reyes y de repente…
- Lo entiendo, don Pavón. Mire, ahí llevan a los guajogobernadores que acaban de entregar.
- Pobres, los estuvieron engordando seis años… para esto.
- Oiga, don Pavón ¿Qué no se dirigen hacia acá esos señores?
- Sí, vienen para acá. Rápido, métete al gallinero y escóndete, Guajillo.
- No, yo no les tengo miedo, don Pavón, que vengan, a ver de a cómo nos toca.
- No seas idiota, Guajillo. Rápido, métete al gallinero y salte por la ventana de atrás.
- ¿De plano si se puede poner fea la cosa?
- Rápido, Guajillo, avísale a Lupita, dile que se esconda. No hay tiempo qué perder.
- Pues… es un día importante, Guajillo.
- Pero el día de la Guajorevolución fue el 20, hoy no festejamos nada.
- Aquí no, Guajillo, pero en REsdtados Unidos...
- ¿Estados Unidos?
- Bueno, sí, este... es que allá... ¿cómo decirte, Guajillo?
- A ver, a ver, don Pavón, barájemela más despacio. ¿De qué se trata tanto secreto?
- No, no es secreto, Guajillo. En los Estados Unidos se festeja el día de Acción de Gracias. Y ellos acostumbran…
- ¿?
- … bueno, pues hacen una cena y… ellos…
- Ya, don Pavón, no me lo diga: ¿cenan guajolote?
- Pero es sólo durante este día, Guajillo.
- Pero nosotros no somos gringos, don Pavón, qué tenemos que ver con su fiesta.
- Bueno, somos un producto de exportación, Guajillo.
- Será el sereno, que se coman a los guajolotes gabachos.
- Por lo visto no les alcanzan.
- No es posible, don Pavón. ¿Qué tiene el mundo contra los guajolotes? Nosotros no le hacemos daño a nadie.
- Somos un ave especial, Guajillo. Por esos nos cenan en las fiestas principales.
- Ay, sí, qué padre ¿no?
- ¿Preferirías ser pollo para que te comieran cualquier fin de semana?
- Claro que no.
- O cerdo, que viven como reyes y de repente…
- Lo entiendo, don Pavón. Mire, ahí llevan a los guajogobernadores que acaban de entregar.
- Pobres, los estuvieron engordando seis años… para esto.
- Oiga, don Pavón ¿Qué no se dirigen hacia acá esos señores?
- Sí, vienen para acá. Rápido, métete al gallinero y escóndete, Guajillo.
- No, yo no les tengo miedo, don Pavón, que vengan, a ver de a cómo nos toca.
- No seas idiota, Guajillo. Rápido, métete al gallinero y salte por la ventana de atrás.
- ¿De plano si se puede poner fea la cosa?
- Rápido, Guajillo, avísale a Lupita, dile que se esconda. No hay tiempo qué perder.
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