Ir al contenido principal

Don Pavón al horno


Hoy es la culminación de todas las fiestas previas a la navidad, el evento que todo mundo ha estado esperando y que distintas generaciones de mujeres han preparado con esmero, el banquete de especialidades, la fiesta mayor: la Cena de Navidad.

México en un país donde la comida tiene un lugar privilegiado en la fiesta. Y Puebla, ya se sabe, destaca por la variedad y calidad de sus platillos tradicionales, a los que pone una atención desmesurada.

Para Navidad, de acuerdo al presupuesto familiar, se hacen manjares de diversos tipos y sabores infinitos. Mucha de esta comida no se prepara en otra fecha, es especial para la Navidad. El pavo o guajolote y su inconfesable mole, acompañado de arroz; el bacalao, nadando en salsa de jitomate y gratamente acompañado de sus ingredientes tradicionales: chícharos, zanahoria, aceitunas, papa cambray, cebolla y chiles jalapeños. Pastas diversas, carne mechada, tamales y el sabor único del ponche navideño, con sus tejocotes, cañitas, guayabas, ciruelas, pasas y canela hervidos en agua con piloncillo.

En Navidad no pueden faltar los Romeritos, una fiesta de sabor campirano de la capital de Puebla, que hoy representan sus juntas auxiliares. Los Romeritos son una combinación de chiles anchos, mulatos y pasilla, que les dan su sabor inconfundible; pasas, almendras, cacahuates y clavos de olor le dan su carácter de manjar. Los Romeritos también se comen como salsita vertida sobre tortitas de camarón seco, empanizadas y crujientes, que se acompañan con papas, cebollitas cambray, nopales y tequesquites.

Y qué decir de la ensalada de Nochebuena, una combinación extravagante de mandarina, naranja, lima, manzana y betabel, con jícama y cacahuate, decorada con nueces picadas y humedecidas en jarabe de caña.

Por desgracia, no todos los poblanos tendremos esa abundancia de placeres en nuestras mesas; antes bien, unos pocos apenas lo harán. La mayoría de los productos tradicionales llegan a este atribulado diciembre a precios prohibitivos. Sólo pude tocar las nueces que por muchos años degustamos en estas fechas, porque su precio es sencillamente una mentada de madre: 325 pesos el kilo. Etcétera. Nosotros elegimos un raquítico guajolote queretano en el que Malú hará un despliegue de sus artes culinarias para llegar a la noche de hoy, con una fiesta más, laica pero tradicional, con motivo de la Navidad. Feliz Navidad, pues.



Comentarios

Entradas populares de este blog

El Tentzo

El taller de la FEEP de Tzicatlacoyan, con financiamiento de la ONG española Ayuda en Acción, concluyó su escultura de papel maché con la representación del Tentzo, figura mítica de origen prehispánica situada en la parte alta del kiosco de la plaza principal de la comunidad de San Juan Tzicatlacoyan, Puebla. De acuerdo a la investigadora Antonella Fogetti ( Tenzonhuehue: El simbolismo del cuerpo y la naturaleza ), El Tentzo es una entidad “mitad dios y mitad no”, deidad antigua intrínsecamente buena, dadora de dones, que de acuerdo a la tradición tiene la facultad de asumir diferentes apariencias: catrín, charro, viejo barbón, anciana, mujer hermosa o animales diversos, que también podría ser interpretado como el famoso nahual o entidad similar. Hoy todos niegan venerar al Tentzo, pero las ofrendas periódicamente depositadas en su honor refieren todo lo contrario. Es una suerte de deidad negada pero viva, vigente. El Tentzo, cuyo nombre ostenta una montaña y la propia cordill...

Resortes ocultos

Cuando estudiaba en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), en los años ochenta, Octavio Paz se atrevió a emitir unos juicios críticos sobre los antropólogos, la escuela en su conjunto reaccionó con indignación, incapaz de meditar en las palabras del escritor. Lo llenamos de vituperios y lo menos que le dijimos fue que era un aliado de Televisa, vocero de la derecha y cosas por el estilo. Muy pocos o ninguno leyó críticamente sus argumentos, por desgracia. Recuerdo que, entre lo más hiriente, Paz decía que la escuela se había convertido en una pasarela de modas de una clase media hippiosa y que todo se discutía ahí, menos la antropología mexicana. Yo terminaba entonces la carrera y buscaba afanosamente quién me dirigiera la tesis de, por cierto, antropología mexicana. No encontré ningún maestro interesado, ni ahí ni el Ciesas, donde por supuesto había algunos estudiosos del tema, pero que no tenían tiempo para un estudiante de licenciatura. Me dediqué entonces a ver a nu...

El niño ahogado

El viejo dicho que “ahogado el niño se cierra el pozo” es una falacia. No hay tal, el pozo se cierra cuando la muerte del niño de hace pública, cuando es el colmo la corrupción y el desenfreno por ganar todo lo que se pueda del gobierno, donde está su compadre. La falsa preocupación de esa famosa frase del niño ahogado es en realidad la justificación para salirse por la tangente y expresar una ruidosa reclamación, que es lo que se espera de todo funcionario: ¡Godínez, basta de holgazanería, póngase a trabajar! Tal es el caso de la guardería de la familia Zambada, que desde hace dos años fue denunciada al gobierno de México por autoridades de Estados Unidos como lavadero de dinero sucio y que nada se había hecho al respecto. Ahora que salen las listas de guarderías del IMSS y se pone en evidencia la -por decir lo menos- negligencia de las autoridades, éstas afirman que sí, que en efecto desde 2007 está “siendo investigada”. Pero los ejemplos te los puedo envolver por kilo, para consumir...