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Guajotitlán, tu blogonovela


En el zócalo de la Granja

GUAJOMASA

¡Queremos solución, no exportación! ¡Queremos solución, no exportación!


GUAJOMEZ MONT:

Ora sí estamos metidos en un verdadero problema, Guajalderón.

GUAJALDERÓN:

Y yo ya formé los contratos con Turquey Obama. Y como le dije que no se los podía fiar, me prometió pagármelos por adelantado, Guajomez Mont. Y lo hizo.

GUAJOMEZ MONT:

Estamos en un lío, guajopresidente. ¿Cuándo vienen por los guajolotes?

GUAJALDERÓN:

Espero que mañana. Ojalá siga la manifestación, así podrán agarrarlos a todos por montón.

GUAJOMEZ MONT:

Bueno, Guajalderón, prepárate, porque vamos a recibir una comisión de guajolotes que vienen a discutir el asunto de la exportación. Tenemos que oírlos, por lo menos.

GUAJALDERÓN:

Pero ¿qué les voy a decir, Guajomez Mont?

GUAJOMEZ MONT:

Ah, no sé. Tú eres el guajopresidente, Gualipe. Te dije que no era buena idea exportar guajolotes a los Estados Unidos.

GUAJALDERÓN:

Les voy a decir que son solo rumores.

GUAJOMEZ MONT:

Pues piensa rápido, Guacalderón, porque ya están aquí. Pasen, pasen, señores guajolotes. Tomen su lugar. Les presento al guajopresidente.

GUAJOLIDER:

¡Es el colmo lo que usted nos está haciendo, Guajalderón! Nos prometió empleos y nada. Y ahora nos manda al matadero fuera de nuestra patria. ¡Somos su especie, guajopresidente!

GUAJALDERÓN:
Pero cómo… ¿no aceptan ustedes viajar como embajadores de nuestra Granja a ese gran país del norte? Esos puestos se los pelean como perros en otras partes de la Granja.

GUAJOLIDER:

¿Embajadores, dijo?

GUAJALDERÓN:

Claro, qué pensaban ustedes.

GUAJOLIDER:

Pues nos dijeron que iríamos como fiambres para Navidad.

GUAJALDERÓN:

Pero qué tontería. Hoy mismo despido al de la guajocounicación. No no no. Usted será embajador ante el gobierno del Turkey Obama en los Estados Unidos, y vivirá como rey.

GUAJOLIDER:

¿Y mis compañeros, señor guajopresidente?

GUAJALDERÓN:

Irán como agregados culturales. Todos sus compañeros que están vociferando maldiciones allá afuera serán recontratados y les darán muchos beneficios, sólo que no aquí, sino en los Estados Unidos. Señor secretario, encárguese de que todos estos buenos mexicanos se lleven un kilo de tortilla remojada. Cada uno. Y encárguese de que sea de la mejor

GUAJOLIDER:

Haberlo dicho antes, señor guajopresidente. ¿Cuándo empezamos nuestra diplomacia?

GUAJALDERÓN:

Inmediatamente. Vendrán a recogerlos en unas limusinas muy confortables, grandes y espaciosas, y los conducirán directamente a la oficina guajoval de Turkey Obama.

GUAJOLIDER:

Mi señora no lo va a creer. Acepto. Ahora debemos irnos a preparar las maletas. Con su permiso, señor guajopresidente.

GUAJALDERÓN:

Adiós, señores. Un abrazo especial para el guejopresidente Obama. Guárdele un poco de tortilla remojada, de mi parte. ¡Por fin se fueron, Guajomez Mont!

GUAJOMEZ MONT:

Cada vez haces la mentira más grande, Guajaldrón.

GUAJALDERÓN:

Bueno, mira, por lo pronto me deshice de ellos. Ahora hay que convencer al resto de los guajolotes, Guajomez Mont, y te aseguro que no tenemos tantas embajadas ¡goble, goble, goble…!


(continuará…)



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