En el centro del Gallinero.
GUAJILLO:
Bueno, don Pavón, ya llegó el camión. Ahí nos estamos viendo, yo ya me voy derechito al horno crematorio.
DON PAVÓN:
Guajillo, eres un guajolote valiente y estoy muy orgulloso de ti.
GUAJILLO:
Sepa que usted es un guajolote de los buenos, don Pavón. Un padre para todos. Y que me llevo un gran recuerdo de usted.
DON PAVÓN:
Lo mismo digo, Guajillo.
GUAJILLO:
Mañana en la noche, cuando esté servido en un platón muy elegante, yo ya no voy a estar pensando, pero igual me voy a acordar de usted, don Pavón. ¿Qué es lo que pasa allá?
DON PAVÓN:
Pues qué va a pasar, es Lupita, Guajillo. Llegó el momento de separarla de sus críos.
GUAJILLO:
Que dramático, don Pavón.
DON PAVÓN:
Así es, así es. Tratemos de ayudar a tranquilizarla.
Junto al camión del súper.
GUAJALUPITA:
No, no, por favor. No me separen de ellos. Son muy pequeños y necesitan a su madre. No me jale el ala, desdichado, suélteme.
DON PAVÓN:
Ánimo, Lupita, yo cuidaré a tus pollitos.
GUAJALUPITA:
Don Pavón, don Pavón, no deje que me lleven, don Pavón. Quiero a mis hijos, los amo, no deje que me lleven.
DON PAVÓN:
Nada puede hacerse, hija mía, sé valiente y confía en que cuidaremos a tus hijitos.
GUAJALUPITA:
Nadie los podrá cuidar como yo, don Pavón; nadie puede querer como una madre.
DON PAVÓN:
Eso lo sabemos, Lupita. Pero igual los cuidaremos bien.
GUAJALUPITA:
Yo los amo con todo mi corazón; ellos me necesitan. No me lleven, no me lleven…
DON PAVÓN:
Vete en paz, Lupita, vete sin miedo, hija.
GUAJALUPITA:
Cuídelos, don Pavón. Cuide que los grandes dejen tortilla remojada a los pequeños, que no peleen. Quiéralos, quiéralos mucho, don Pavón.
DON PAVÓN:
Lo haré, lo haré, preciosa, que te vaya bien. Te adornarán muy bonito para la noche de Navidad, siéntete orgullosa, sé valiente.
GUAJILLO:
Bueno, pues ahora sí, este arroz ya se coció. No se mueva de aquí, mi viejito, ni haga nada sospechoso. Nomás fíjese lo que voy a hacer.
DON PAVÓN:
Guajillo, eres un guajolote responsable y sensato ¿qué pretendes?
GUAJILLO:
Pues voy a probar a ver si son tan buenos estos humanos. ¡Ey, tú, alcánzame si puedes, güey!
DON PAVÓN:
¡Guajillo, no…!
(Por fin, el final de tu blogonovela. Se supone…)
GUAJILLO:
Bueno, don Pavón, ya llegó el camión. Ahí nos estamos viendo, yo ya me voy derechito al horno crematorio.
DON PAVÓN:
Guajillo, eres un guajolote valiente y estoy muy orgulloso de ti.
GUAJILLO:
Sepa que usted es un guajolote de los buenos, don Pavón. Un padre para todos. Y que me llevo un gran recuerdo de usted.
DON PAVÓN:
Lo mismo digo, Guajillo.
GUAJILLO:
Mañana en la noche, cuando esté servido en un platón muy elegante, yo ya no voy a estar pensando, pero igual me voy a acordar de usted, don Pavón. ¿Qué es lo que pasa allá?
DON PAVÓN:
Pues qué va a pasar, es Lupita, Guajillo. Llegó el momento de separarla de sus críos.
GUAJILLO:
Que dramático, don Pavón.
DON PAVÓN:
Así es, así es. Tratemos de ayudar a tranquilizarla.
Junto al camión del súper.
GUAJALUPITA:
No, no, por favor. No me separen de ellos. Son muy pequeños y necesitan a su madre. No me jale el ala, desdichado, suélteme.
DON PAVÓN:
Ánimo, Lupita, yo cuidaré a tus pollitos.
GUAJALUPITA:
Don Pavón, don Pavón, no deje que me lleven, don Pavón. Quiero a mis hijos, los amo, no deje que me lleven.
DON PAVÓN:
Nada puede hacerse, hija mía, sé valiente y confía en que cuidaremos a tus hijitos.
GUAJALUPITA:
Nadie los podrá cuidar como yo, don Pavón; nadie puede querer como una madre.
DON PAVÓN:
Eso lo sabemos, Lupita. Pero igual los cuidaremos bien.
GUAJALUPITA:
Yo los amo con todo mi corazón; ellos me necesitan. No me lleven, no me lleven…
DON PAVÓN:
Vete en paz, Lupita, vete sin miedo, hija.
GUAJALUPITA:
Cuídelos, don Pavón. Cuide que los grandes dejen tortilla remojada a los pequeños, que no peleen. Quiéralos, quiéralos mucho, don Pavón.
DON PAVÓN:
Lo haré, lo haré, preciosa, que te vaya bien. Te adornarán muy bonito para la noche de Navidad, siéntete orgullosa, sé valiente.
GUAJILLO:
Bueno, pues ahora sí, este arroz ya se coció. No se mueva de aquí, mi viejito, ni haga nada sospechoso. Nomás fíjese lo que voy a hacer.
DON PAVÓN:
Guajillo, eres un guajolote responsable y sensato ¿qué pretendes?
GUAJILLO:
Pues voy a probar a ver si son tan buenos estos humanos. ¡Ey, tú, alcánzame si puedes, güey!
DON PAVÓN:
¡Guajillo, no…!
(Por fin, el final de tu blogonovela. Se supone…)
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