Probablemente el cielo, pues se encuentra rodeado de nubes.
GUADIOS:
Guacalderón, has hecho un gobierno excelente… Has realizado todos tus propósitos y cumplido todas tus promesas.
GUACALDERÓN:
Gracias, Señor.
GUADIOS:
Da gusto ver a todos los pollitos de la Granja bien alimentados y gorditos; todos los niños en las escuelas, becados hasta la guajouniversidad.
GUACALDERÓN:
Era el propósito, Señor.
GUADIOS:
Es impresionante ver cómo enfrentaste la crisis económica global creando empleos y fuentes de riqueza en la Granja, cómo impulsaste las reformas que la Granja esperaba, terminaste con los cacicazgos y los monopolios, en fin.
GUACALDERÓN:
Se puso de modo la situación, Señor.
GUADIOS:
Y cómo has convencido a los rejegos guajodiputados para que acepten sin chistar tu guajopresupuesto.
GUACALDERÓN:
Fue una negociación difícil, Señor.
GUADIOS:
Eres lo mejor, Guajalderón, lo mejor, lo mejor. Lo mejor…
GUACALDERÓN:
Gracias, Señor… ¿eh?
GUAJÓMEZ MONT:
Guajalderón, mejor levántate.
GUACALDERÓN:
Qué pasa, Guajómez Mont, ¿en dónde estoy?
GUAJÓMEZ MONT:
Tenías una pesadilla, Guajalderón. Los camiones del súper vienen para acá, tenemos que huir.
GUACALDERÓN:
¿Pero, a dónde, Guajómez Mont?
GUAJÓMEZ MONT:
A donde sea. Los guajolotes de nuestra categoría serán los primeros embarques para los supermercados. ¡Tú hiciste el trato, Guajalderón!
GUACALDERÓN:
No quiero huir, Guajómez Mont, no tengo a dónde huir.
GUAJÓMEZ MONT:
Bueno, como estás muy chaparro a la mejor te salvas. Yo sí me pelo porque nadie me va a perdonar mi triple pechuga, ya ves cómo le fue a Guajártens, se lo llevaron desde Acción de gracias.
GUACALDERÓN:
Adiós, querido amigo, fiel colaborador.
(continuará… apenas)
GUADIOS:
Guacalderón, has hecho un gobierno excelente… Has realizado todos tus propósitos y cumplido todas tus promesas.
GUACALDERÓN:
Gracias, Señor.
GUADIOS:
Da gusto ver a todos los pollitos de la Granja bien alimentados y gorditos; todos los niños en las escuelas, becados hasta la guajouniversidad.
GUACALDERÓN:
Era el propósito, Señor.
GUADIOS:
Es impresionante ver cómo enfrentaste la crisis económica global creando empleos y fuentes de riqueza en la Granja, cómo impulsaste las reformas que la Granja esperaba, terminaste con los cacicazgos y los monopolios, en fin.
GUACALDERÓN:
Se puso de modo la situación, Señor.
GUADIOS:
Y cómo has convencido a los rejegos guajodiputados para que acepten sin chistar tu guajopresupuesto.
GUACALDERÓN:
Fue una negociación difícil, Señor.
GUADIOS:
Eres lo mejor, Guajalderón, lo mejor, lo mejor. Lo mejor…
GUACALDERÓN:
Gracias, Señor… ¿eh?
GUAJÓMEZ MONT:
Guajalderón, mejor levántate.
GUACALDERÓN:
Qué pasa, Guajómez Mont, ¿en dónde estoy?
GUAJÓMEZ MONT:
Tenías una pesadilla, Guajalderón. Los camiones del súper vienen para acá, tenemos que huir.
GUACALDERÓN:
¿Pero, a dónde, Guajómez Mont?
GUAJÓMEZ MONT:
A donde sea. Los guajolotes de nuestra categoría serán los primeros embarques para los supermercados. ¡Tú hiciste el trato, Guajalderón!
GUACALDERÓN:
No quiero huir, Guajómez Mont, no tengo a dónde huir.
GUAJÓMEZ MONT:
Bueno, como estás muy chaparro a la mejor te salvas. Yo sí me pelo porque nadie me va a perdonar mi triple pechuga, ya ves cómo le fue a Guajártens, se lo llevaron desde Acción de gracias.
GUACALDERÓN:
Adiós, querido amigo, fiel colaborador.
(continuará… apenas)
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