viernes, 22 de enero de 2010

La vil historia del garrote


En 1812 la lucha por la independencia había cumplido ya dos años de guerra. Este día, las cortes insurgentes disponen la abolición de la pena de horca. Buscando encontrar algo más "moderno", la sustituyeron con el garrote vil, un original invento español que consistía en una silla donde sentaban al ejecutado para producirle una muerte terrible. Era sumamente efectivo, desde atrás, un tornillo se introducía en tu cuello hasta que escuchabas un crujido, era cuando hacía pomada tus vértebras; en algún momento cortaba la circulación de sangre y, por fin, la vida.

El garrote vil se dejó de usar en el México independiente (inventamos métodos más discretos y rápidos, como aquel de “mátelos en caliente”), pero en España se siguió usando hasta el final del régimen de Franco. La última mujer sacrificada así fue en la década de los cuarenta, en tanto que el 2 de marzo de 1974 fueron ejecutados con este método Heinz Ches y Salvador Puig Antich, con lo que obtuvieron el premio Ginness como los últimos ejecutados oficiales por el garrote vil, una verguenza para la humanidad.

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