“Este grafococo tierno
lleva, por signo fatal,
como apellido paterno
la profesión maternal”
Sardónicamente llamado Nalgador Sobo, la mañana de hoy de 1974, a los 70 años de edad, murió el poeta, ensayista, maestro, funcionario de más de una generación, Salvador Novo. Hombre polémico por su audaz forma de vivir y pensar, Novo escribió libros como La Grandeza Mexicana, El Joven, Nuevo Amor, La Culta Dama, La Casta, Sátira y A Ocho Columnas. El también cronista de la ciudad de México fue una de las personalidades más polémicas, temibles y venenosas del siglo XX, así que se ganó a pulso su esponjoso apodo; sus amigos recibieron odas no siempre elegantes, pero sus enemigos se ganaron algunos de los versos prosaicos más hirientes de la literatura, como se deja ver en ese verso dedicado a uno de sus muchos enemigos: Luis Spota. Todos sabían que Novo era calvo, que odiaba ser calvo, lo que casi nadie sabía es qué cosa había debajo de su famoso peluquín.
lleva, por signo fatal,
como apellido paterno
la profesión maternal”
Sardónicamente llamado Nalgador Sobo, la mañana de hoy de 1974, a los 70 años de edad, murió el poeta, ensayista, maestro, funcionario de más de una generación, Salvador Novo. Hombre polémico por su audaz forma de vivir y pensar, Novo escribió libros como La Grandeza Mexicana, El Joven, Nuevo Amor, La Culta Dama, La Casta, Sátira y A Ocho Columnas. El también cronista de la ciudad de México fue una de las personalidades más polémicas, temibles y venenosas del siglo XX, así que se ganó a pulso su esponjoso apodo; sus amigos recibieron odas no siempre elegantes, pero sus enemigos se ganaron algunos de los versos prosaicos más hirientes de la literatura, como se deja ver en ese verso dedicado a uno de sus muchos enemigos: Luis Spota. Todos sabían que Novo era calvo, que odiaba ser calvo, lo que casi nadie sabía es qué cosa había debajo de su famoso peluquín.
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