jueves, 18 de febrero de 2010

Madero y Pino Suárez


En 1913, nueve días después de iniciada la decena trágica, el presidente Francisco I. Madero (en la foto) y el Vicepresidente José María Pino Suárez son aprehendidos en sus oficinas de Palacio Nacional.

La desagradable tarea toca al general Aureliano Blanquet, quien simpatizaba y ofrecía lealtad a Madero, pero había recibido órdenes de su superior, Victoriano Huerta. “Y órdenes, señor presidente, son órdenes”.

En la Ciudadela es hecho prisionero y profusamente torturado Gustavo A. Madero, hermano del presidente y destacado revolucionario. Por otros rumbos de la ciudad toma cuerpo la traición, se afina, se perfecciona. En la embajada de Estados Unidos hay una reunión entre el embajador Wilson y los generales Victoriano Huerta y Félix Díaz, quienes firman el llamado Pacto de la Embajada. Desconocen al gobierno de Madero y acuerdan el nombramiento de un presidente provisional. Madero y Pino Suárez son obligados con violencia a firmar sus renuncias y luego conducidos a la prisión de Lecumberri. Eso no bastaba, los chacales querían beber más sangre.



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