Raúl y Alma se conocen en la radiodifusora. Manuel y Jeny son amantes. Don Manuel, el patriarca, aparece como el gran jefe que está a punto de retirarse. Viky es más que una secretaria de don Manuel. Se hablan de “tú” a solas, ponen distancias cuando están en público. Paco Trejo es la adquisición de Manuel Jr., Manuelito a sus espaldas, el nuevo gerente de la radiodifusora. Se trata de un joven y animoso locutor que es muy bueno en el micrófono y algo lento en lo privado, un hombre bien intencionado pero ignorante, limitado en conversaciones pero a la expectativa de tener un encuentro sexual con otros personajes femeninos de la historia, como Romy, la reportera, y Andrea Valerdi, hermosa y talentosa, que ya era la conductora estrella en el perfil romántico y ahora pretende mantenerse en el nuevo perfil grupero, impuesto finalmente por el joven Manuel, cambiando su histórico perfil.
Están en la etapa de preparación, la programación, de momento, sigue siendo romántica, una decena de géneros muy bien presentados después de tanto tiempo de hacerlo. Don Manuel se retira y en su entrega se manifiestan las redes del poder que mueven la estación, donde intervienen importantes llamadas telefónicas con el poder local y nexos inevitables de un sindicato espurio y corrompido, personificado en Alvarez, que manipula y corrompe los mejores deseos radiofónicos de Manuel y Guillermo, su productor, y con el tiempo, al ingenuo Paco Trejo, quien además de ser la imagen de la estación, es la imagen de la telenovela. Un muchacho atractivo, bello, pero vacío. Una metáfora de la televisión mexicana.
El antiguo ingeniero Servando Picaso, con impotencia, trata inútilmente de convencer a todos los personajes del peligro de convertirse en una estación popular, lo que le crea serios inconvenientes con Alvarez, que desde ahora lo considera un enemigo de sus fines.
(Fade in) “María Grever no tuvo un éxito inmediato con su música. Repartía su material entre las disqueras neoyorkinas pero, a pesar de los elogios: “tú música es muy buena, muy sensible...”, las empresas le veían poco potencial comercial, pues eran “muy latinas”. En plena Revolución mexicana su marido viajó a México por largas temporadas, de hecho años, por lo que María tuvo estrecheces económicas y cierta zozobra sobre su futuro. Pero de nuevo el destino tenía algo preparado para ella. Escuchemos una de estas piezas originarias…”
Continuará...
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