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El apóstol rojo


Peregrina de ojos claros y divinos...
y mejillas encendidas de arrebol

Con la música de Peregrina retumbando en su cabeza, el 3 de enero de 1924 muere fusilado el líder yucateco Felipe Carrillo Puerto, fundador del Partido Socialista del Sureste, que luchó un poco a ciegas por el bienestar de su gente.

mujercita de los labios purpurinos
y radiante cabellera como el sol.


Los delahuertistas buscaban impedir que Álvaro Obregón impusiera a Plutarco Elías Calles como el siguiente presidente. Carrillo Puerto, en su afán de gobernar a favor de los desposeídos perdió el apoyo de los oligarcas yucatecos que controlaban no sólo la economía, sino también el ejército que, en combinación con los militares campechanos que comulgaban con las ideas de De la Huerta, derrocan al gobernador y este día lo pasan por las armas a él, a tres hermanos suyos y a ocho personas más.

Peregrina que dejaste tus lugares
los abetos y la nieve, y la nieve virginal


Poco tiempo antes de morir, a sus cincuenta años recién cumplidos, Carrillo Puerto había comisionado al poeta Luis Rosado y al connotado compositor Ricardo Palmerín la elaboración de una pieza musical dedicada a su último amor, la periodista estadounidense Alma Reed, último consuelo que le permitió refugiarse en sus palmares, bajo el cielo de su tierra, de su tierra tropical.

no te olvides, no te olvides de mi tierra...
no te olvides, no te olvides de mi amor.



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