El 4 de enero de 1960 un hombre conduce a alta velocidad su vehículo en las afueras de París. Por su edad, puede decirse que está a la mitad de su vida, aunque por sus éxitos como escritor podría suponerse que es un anciano. Escribió tres obras de importancia universal que constituyen el ciclo del Absurdo: El extranjero, El mito de Sísifo y Calígula. Pero, sobre todo, hace tres años ganó el premio Nobel de literatura.
A sus 47 años Albert Camus ha transitado los extremos culturales y sociales del mundo. Fue un niño francés nacido en un miserable barrio de Argelia que vivió toda clase de limitaciones, comenzando por su precaria salud, la temprana muerte de su padre y el silencio de su madre analfabeta y sordomuda.
Enfermo de miseria y tuberculoso, Camus vive con tal intensidad que su amigo y estudioso de su obra, Jean Daniel, afirma que, paradójicamente, es la felicidad el elemento primordial de su vida. “No tenemos tiempo de ser nosotros mismos. Sólo tenemos tiempo de ser felices", razonó Camus.
Después de unirse al Partido Comunista, después de dejarlo, de casarse y divorciarse, hacer periodismo y lograr que lo echaran de Argelia, Camus llega a París a los 27 años para convertirse en anarquista. Como director del diario Combate, Camus es el único europeo que denuncia, tras las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki, una nueva era que le permitirá desarrollar un humanismo fundado en la conciencia del absurdo de la condición humana, filiación que incrementa al descubrir con horror las similitudes del nazismo y el bolchevismo, cuando pregunta a los cuatro vientos: ¿qué diferencia hay entre un campo soviético y un campo nazi?, lo que le atrajo rechazo y descrédito en aquel París erudito y sectario de los filósofos, a quienes pregunta ¿se adhieren a la Historia porque la encuentran justa o se decidieron a considerar injusto lo que no les parece estar en el sentido de la Historia?
Camus simplemente busca demostrar que toda ideología que proponga una finalidad en la historia es destructiva. Afirma Jean Daniel: “Junto a un ferviente elogio de la belleza del mundo, en su obra se encuentra una denuncia obsesiva de la humillación y una especie de llamado constante a las dos virtudes que para él son esenciales: la compasión y la solidaridad”. *
Siempre viviendo a plenitud y bajo amenaza…, según sus propias palabras, ese frío día de enero, cerca de Le Petit-Villeblevin, su automóvil termina destrozado a un lado del camino. Su muerte provocaría no pocas suspicacias, entre los fierros retorcidos, además de su cuerpo, la policía encontró el manuscrito de una obra inacabada pero maravillosa, El primer hombre, publicado por su hija muchos años después, que se integra a los diecisiete libros publicados en vida, entre ellos, su ensayo El hombre rebelde.
* Jean Daniel dicta en marzo de 1999 una conferencia en la ciudad de México con el nombre de Albert Camus, publicada en la revista Letras Libres en febrero del 2000.
A sus 47 años Albert Camus ha transitado los extremos culturales y sociales del mundo. Fue un niño francés nacido en un miserable barrio de Argelia que vivió toda clase de limitaciones, comenzando por su precaria salud, la temprana muerte de su padre y el silencio de su madre analfabeta y sordomuda.
Enfermo de miseria y tuberculoso, Camus vive con tal intensidad que su amigo y estudioso de su obra, Jean Daniel, afirma que, paradójicamente, es la felicidad el elemento primordial de su vida. “No tenemos tiempo de ser nosotros mismos. Sólo tenemos tiempo de ser felices", razonó Camus.
Después de unirse al Partido Comunista, después de dejarlo, de casarse y divorciarse, hacer periodismo y lograr que lo echaran de Argelia, Camus llega a París a los 27 años para convertirse en anarquista. Como director del diario Combate, Camus es el único europeo que denuncia, tras las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki, una nueva era que le permitirá desarrollar un humanismo fundado en la conciencia del absurdo de la condición humana, filiación que incrementa al descubrir con horror las similitudes del nazismo y el bolchevismo, cuando pregunta a los cuatro vientos: ¿qué diferencia hay entre un campo soviético y un campo nazi?, lo que le atrajo rechazo y descrédito en aquel París erudito y sectario de los filósofos, a quienes pregunta ¿se adhieren a la Historia porque la encuentran justa o se decidieron a considerar injusto lo que no les parece estar en el sentido de la Historia?
Camus simplemente busca demostrar que toda ideología que proponga una finalidad en la historia es destructiva. Afirma Jean Daniel: “Junto a un ferviente elogio de la belleza del mundo, en su obra se encuentra una denuncia obsesiva de la humillación y una especie de llamado constante a las dos virtudes que para él son esenciales: la compasión y la solidaridad”. *
Siempre viviendo a plenitud y bajo amenaza…, según sus propias palabras, ese frío día de enero, cerca de Le Petit-Villeblevin, su automóvil termina destrozado a un lado del camino. Su muerte provocaría no pocas suspicacias, entre los fierros retorcidos, además de su cuerpo, la policía encontró el manuscrito de una obra inacabada pero maravillosa, El primer hombre, publicado por su hija muchos años después, que se integra a los diecisiete libros publicados en vida, entre ellos, su ensayo El hombre rebelde.
* Jean Daniel dicta en marzo de 1999 una conferencia en la ciudad de México con el nombre de Albert Camus, publicada en la revista Letras Libres en febrero del 2000.
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