Ir al contenido principal

Sin Esperanza y sin Paz


Me gustaría enseñarle a mi papá el funcionamiento de You Tube, si estuviera aquí: “mira, aquí escribes “hermanas Águila” ¿y qué sale? “Capullito de alhelí en la hora azul de la W.” Imagino cuánto disfrutaría el video de una grabación muy antigua de la televisión mexicana en la que Esperanza y Paz Águila llenan el acotado escenario con sus redondas y graciosas figuras mientras entonan con sus maravillosas voces la famosa canción del jibarito Rafael Hernández.


Recordaríamos juntos la cantidad de tardes y tempranas noches que estuvimos en la sala escuchando a este dueto que conozco desde mi más tierna edad: Humanidad, hasta dónde nos vas a llevar; Arráncame la vida, con el último beso de amor; Santa, santa mía… Sus voces compaginadas con la justeza de un reloj rebotan todavía en mi cerebro como si fuera ayer cuando las escuchaba con mi papá; limpias las notas en los agudos de Esperanza bajo la sombra de la segunda voz de Paz; una rubia, otra morena; una extrovertida, la otra tímida.


El 31 de marzo de 2004 muere Paz Águila a los 92 años de edad, su hermana Esperanza se le había adelantado desde 1991. Juntas hicieron uno de los duetos más memorables de la música mexicana, “patrimonio cultural de la historia de México”, como alguien las calificó sin exagerar. Detrás quedó una época y una estética musical de un país que ya no reconoceríamos y que, por desgracia, hay muy poco entusiasmo por recuperar. El dueto de América, como también se les consideró, desde su mismo nacimiento en una estación de radio de Jalisco, fue intérprete de lo mejor del bolero mexicano de todo un siglo: Lara, Curiel, Domínguez, con una mística profesional que no reconocía menjurjes. Su vigorosa voz les duró hasta su último aliento, al grado que Esperanza murió un día antes de una presentación que Paz ya no quiso cumplir (“no puedo cantar sola, no podré ir esta noche, Esperanza murió”, dijo con su singular humor negro), que con la muerte de su hermana concluyó su actuación: “sin Esperanza ya no me interesa”.


Quedarnos sin esperanza y sin paz sólo nos deja la nostalgia.



Comentarios

Entradas populares de este blog

El Tentzo

El taller de la FEEP de Tzicatlacoyan, con financiamiento de la ONG española Ayuda en Acción, concluyó su escultura de papel maché con la representación del Tentzo, figura mítica de origen prehispánica situada en la parte alta del kiosco de la plaza principal de la comunidad de San Juan Tzicatlacoyan, Puebla. De acuerdo a la investigadora Antonella Fogetti ( Tenzonhuehue: El simbolismo del cuerpo y la naturaleza ), El Tentzo es una entidad “mitad dios y mitad no”, deidad antigua intrínsecamente buena, dadora de dones, que de acuerdo a la tradición tiene la facultad de asumir diferentes apariencias: catrín, charro, viejo barbón, anciana, mujer hermosa o animales diversos, que también podría ser interpretado como el famoso nahual o entidad similar. Hoy todos niegan venerar al Tentzo, pero las ofrendas periódicamente depositadas en su honor refieren todo lo contrario. Es una suerte de deidad negada pero viva, vigente. El Tentzo, cuyo nombre ostenta una montaña y la propia cordill...

Resortes ocultos

Cuando estudiaba en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), en los años ochenta, Octavio Paz se atrevió a emitir unos juicios críticos sobre los antropólogos, la escuela en su conjunto reaccionó con indignación, incapaz de meditar en las palabras del escritor. Lo llenamos de vituperios y lo menos que le dijimos fue que era un aliado de Televisa, vocero de la derecha y cosas por el estilo. Muy pocos o ninguno leyó críticamente sus argumentos, por desgracia. Recuerdo que, entre lo más hiriente, Paz decía que la escuela se había convertido en una pasarela de modas de una clase media hippiosa y que todo se discutía ahí, menos la antropología mexicana. Yo terminaba entonces la carrera y buscaba afanosamente quién me dirigiera la tesis de, por cierto, antropología mexicana. No encontré ningún maestro interesado, ni ahí ni el Ciesas, donde por supuesto había algunos estudiosos del tema, pero que no tenían tiempo para un estudiante de licenciatura. Me dediqué entonces a ver a nu...

El niño ahogado

El viejo dicho que “ahogado el niño se cierra el pozo” es una falacia. No hay tal, el pozo se cierra cuando la muerte del niño de hace pública, cuando es el colmo la corrupción y el desenfreno por ganar todo lo que se pueda del gobierno, donde está su compadre. La falsa preocupación de esa famosa frase del niño ahogado es en realidad la justificación para salirse por la tangente y expresar una ruidosa reclamación, que es lo que se espera de todo funcionario: ¡Godínez, basta de holgazanería, póngase a trabajar! Tal es el caso de la guardería de la familia Zambada, que desde hace dos años fue denunciada al gobierno de México por autoridades de Estados Unidos como lavadero de dinero sucio y que nada se había hecho al respecto. Ahora que salen las listas de guarderías del IMSS y se pone en evidencia la -por decir lo menos- negligencia de las autoridades, éstas afirman que sí, que en efecto desde 2007 está “siendo investigada”. Pero los ejemplos te los puedo envolver por kilo, para consumir...