El primero de abril de 1914 la Batalla de Torreón. Sitiadas las fuerzas de Victoriano Huerta por el ejército carrancista de Francisco Villa, de unos diez mil hombres cada quien, entablan un aguerrido y sangriento ataque esta noche que se resolvería hasta la mañana siguiente, cuando los federales huyen derrotados hacia Zacatecas. Una derrota muy cara a un Huerta tambaleante, preludio de la derrota final que ocurría semanas después en Zacatecas.
En una genial estrategia, dos meses antes Villa entra por la frontera con siete hombres y camina al sur consumando audaces ataques en donde sorprende a los federales y los despoja de sus armas y piezas de artillería, al llegar a Durango tiene ya un ejército de diez mil soldados, los famosos Dorados. Carranza, aunque desconfiado de tanto poder, nombra a Villa jefe de la División del Norte.
Los federales dominaban con su artillería los cerros de La Pila, Santa Rosa y el cañón del Huarache confiados en resistir el embate villista. Villa fracasa en sus primeros intentos del 23 y 25 de marzo, pero después rodea con sus tropas la ciudad y toma Lerdo, después Gómez Palacio, franqueando su entrada a la estratégica plaza de Torreón.
Esta noche y la madrugada del día 2 de abril, Velasco ordena evacuar la ciudad y Villa toma la ciudad a un costoso tributo de cinco mil muertos de ambos bandos, la cuarta parte de los participantes. Ahora seguía Zacatecas, pero sería una plaza que le iba costar su rompimiento con el Jefe Carranza.
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