El 3 de mayo de distintos años hubo dos acontecimientos en la vida de Hernán Cortés que marcan dos relevantes puntos de la geografía americana.
En 1519 Cortés funda la ciudad de la Villa Rica de la Veracruz, quema sus naves y emprende el camino para la conquista de México.
Dieciséis años después, en 1535, el propio Cortés desembarca este día en lo que hoy es La Paz, Baja California Sur, que antes había sido descubierta por sus capitanes, y aunque no era poeta, el aire fresco del golfo que llevará su nombre, las frías y cristalinas aguas de un azul cobalto visto y las formas caprichosas de las rocas que distinguen este punto de México, lo soliviantó a expresar una frase en latín que marcó la suerte de la zona o, al menos, la designación que ostentan mil kilómetros de la costa pacífica del continente todavía el día de hoy: “Oh cálida fornax”, resultando de ella el nombre de California.
En 1519 Cortés funda la ciudad de la Villa Rica de la Veracruz, quema sus naves y emprende el camino para la conquista de México.
Dieciséis años después, en 1535, el propio Cortés desembarca este día en lo que hoy es La Paz, Baja California Sur, que antes había sido descubierta por sus capitanes, y aunque no era poeta, el aire fresco del golfo que llevará su nombre, las frías y cristalinas aguas de un azul cobalto visto y las formas caprichosas de las rocas que distinguen este punto de México, lo soliviantó a expresar una frase en latín que marcó la suerte de la zona o, al menos, la designación que ostentan mil kilómetros de la costa pacífica del continente todavía el día de hoy: “Oh cálida fornax”, resultando de ella el nombre de California.
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