Ir al contenido principal

Una leyenda de azúcar


La leyenda de la Casa del Alfeñique tiene que ver directamente con el amor y los caprichos del amor. Se cuenta que en algún momento del periodo colonial un señor de apellido Morales estaba perdidamente enamorado de una señorita de nombre Ana, que era dulce como un alfeñique que es un dulce tradicional poblano basado en azúcar en pasta. Alfeñique es una palabra que proviene del sánscrito: phañita, que significa azúcar, pero fueron las costumbres árabes que traían en cantidad los españoles los que la introdujeron a América como alfeñique.

El ejemplo más claro para identificar al alfeñique son las calaveras de azúcar, que en efecto están hechas con una pasta fabricada con el dulce y moldeadas con las manos como si fuera barro. Esto quiere decir que en la elaboración del alfeñique se juntaron muchas costumbres y habilidades provenientes de diversas culturas, lo que en la antropología llaman sincretismo. De esta forma el alfeñique tiene raíces árabes, españolas y por supuesto mesoamericanas, porque lo mismo se hace en Puebla que en todo el centro de México. Incluso, en Toluca hay una Feria del Alfeñique, pero lo encuentras en Michoacán, en Guanajuato y por supuesto en Puebla, especialmente alrededor de la fiesta de muertos.
Toda esta historia para referir que la señorita Ana fue la causante de que la Casa del Alfeñique del centro de Puebla sea un dechado barroco de aspecto alfeñicoso, pues se le metió la idea de que para casarse con el señor Morales quería una casa hermosa y blanca como si fuera de alfeñique. Y así fue. El señor Morales invirtió una gran suma de dinero en complacer a su amada Ana y construyó esta portentosa mansión que hoy llamamos la Casa de Alfeñique, y que en algún lugar de su majestuosa decoración de la portada está el nombre de su querida Ana. Fue un hermoso de amor, y de cómo los caprichos del amor a veces conducen a resultados memorables. De eso se trata esta leyenda, del amor y nada más.


Hoy la Casa del Alfeñiquen se encuentra en rehabilitación debido a los destrozos ocasionados por el terremoto del 19 de septiembre pasado. Esperamos que pronto pueda reabrir sus puertas el museo regional que la ocupa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Tentzo

El taller de la FEEP de Tzicatlacoyan, con financiamiento de la ONG española Ayuda en Acción, concluyó su escultura de papel maché con la representación del Tentzo, figura mítica de origen prehispánica situada en la parte alta del kiosco de la plaza principal de la comunidad de San Juan Tzicatlacoyan, Puebla. De acuerdo a la investigadora Antonella Fogetti ( Tenzonhuehue: El simbolismo del cuerpo y la naturaleza ), El Tentzo es una entidad “mitad dios y mitad no”, deidad antigua intrínsecamente buena, dadora de dones, que de acuerdo a la tradición tiene la facultad de asumir diferentes apariencias: catrín, charro, viejo barbón, anciana, mujer hermosa o animales diversos, que también podría ser interpretado como el famoso nahual o entidad similar. Hoy todos niegan venerar al Tentzo, pero las ofrendas periódicamente depositadas en su honor refieren todo lo contrario. Es una suerte de deidad negada pero viva, vigente. El Tentzo, cuyo nombre ostenta una montaña y la propia cordill...

Resortes ocultos

Cuando estudiaba en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), en los años ochenta, Octavio Paz se atrevió a emitir unos juicios críticos sobre los antropólogos, la escuela en su conjunto reaccionó con indignación, incapaz de meditar en las palabras del escritor. Lo llenamos de vituperios y lo menos que le dijimos fue que era un aliado de Televisa, vocero de la derecha y cosas por el estilo. Muy pocos o ninguno leyó críticamente sus argumentos, por desgracia. Recuerdo que, entre lo más hiriente, Paz decía que la escuela se había convertido en una pasarela de modas de una clase media hippiosa y que todo se discutía ahí, menos la antropología mexicana. Yo terminaba entonces la carrera y buscaba afanosamente quién me dirigiera la tesis de, por cierto, antropología mexicana. No encontré ningún maestro interesado, ni ahí ni el Ciesas, donde por supuesto había algunos estudiosos del tema, pero que no tenían tiempo para un estudiante de licenciatura. Me dediqué entonces a ver a nu...

El niño ahogado

El viejo dicho que “ahogado el niño se cierra el pozo” es una falacia. No hay tal, el pozo se cierra cuando la muerte del niño de hace pública, cuando es el colmo la corrupción y el desenfreno por ganar todo lo que se pueda del gobierno, donde está su compadre. La falsa preocupación de esa famosa frase del niño ahogado es en realidad la justificación para salirse por la tangente y expresar una ruidosa reclamación, que es lo que se espera de todo funcionario: ¡Godínez, basta de holgazanería, póngase a trabajar! Tal es el caso de la guardería de la familia Zambada, que desde hace dos años fue denunciada al gobierno de México por autoridades de Estados Unidos como lavadero de dinero sucio y que nada se había hecho al respecto. Ahora que salen las listas de guarderías del IMSS y se pone en evidencia la -por decir lo menos- negligencia de las autoridades, éstas afirman que sí, que en efecto desde 2007 está “siendo investigada”. Pero los ejemplos te los puedo envolver por kilo, para consumir...