En el inicio de mi propio tercer acto en el que
me invade un optimismo menos rutilante que el de mi admirada Jane Fonda, aunque
ahora anda con cáncer; debo decir que coincido con ella en cuanto a que el
juego de la vida sigue y hay que procurar jugar y divertirse. Es decir, que mi
vida en esta nueva etapa, de anciano formal, sí necesita de una actitud que le
ayude a equilibrar el lastre del deterioro físico, que definitivamente a mí se
me nota más que a ella, pero que se mantenga en lo posible el entusiasmo. Todo
estará bien. Pero volvemos a lo mismo, tal vez la vida al final solo sea nadar
de muertito. Pero coincido contigo, querida Jane, hay que buscar la forma de
divertirse.
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