Ir al contenido principal

Manzanero 75


El 7 de diciembre de 1935 Yucatán era tan lejano como el planeta Marte; los antiguos aires de la trova y el reciente crimen -dos años antes-, del cantante Guty Cárdenas, daban a esta región un aire de misterio y exotismo muy apreciado en la época.

Era el ambiente donde nació Armando Manzanero, maestro del romanticismo mexicano, que en los últimos 60 años ha mantenido a raya lo mejor de nuestra cursilería y las ruidosas palpitaciones de los amantes mexicanos.

En julio de 1993 fui comisionado por la estación de radio donde trabajaba para entrevistar a Armando Manzanero. La entrevista ocurrió en el Auditorio La Reforma. Manzanero tenía 58 años de edad y en verdad no se le notaban, salvo en unos ojos muy tristes (¿cómo de santo?) circundados por enormes y arrugados párpados. Su rostro sin embargo iba adornado con una media sonrisa que desde el cansancio de su largo viaje hacía todo lo posible por ser cortés. Este es un fragmento de aquella entrevista.

“Qué tan famoso es”, le pregunté.

Su primera respuesta fue más bien áspera y se defendió con discreta cautela de la posibilidad de ser un verdadero maestro. Tampoco el ídolo internacional que presumíamos los mexicanos. Todo era a una escala más modesta, afirmó. Para no hablar de las ganancias de sus discos si se comparaban con “monstruos” comerciales de la talla de Willie Colón o Rubén Blades. Sin embargo, desde 1952 Manzanero ocupó un lugar en el Primer festival de la canción en Miami; en los 70 fue nominado al Grammy y entre sus intérpretes figuran cantantes de la talla de Frak Sinatra, Tonny Benett. Eydie Gormé, Perry Como, Eugenia León, Luis Miguel y muchos más. A una pregunta expresa sobre la década de su nacimiento, respondió:

“Sí, indudablemente que sí, pero más que la década de mi nacimiento, en realidad, la época que me hubiera gustado vivir sería antes de la Revolución. Si hubiera nacido siempre como nací, en Mérida, de todos modos hubiera tenido yo la influencia de mi país…, perdón, de mi tierra. Poco me enteré yo de las canciones revolucionarias, poco me enteré de la canción épica. En realidad, cuando yo empiezo a tomar conciencia de la música, conozco la música que hasta la actualidad todavía sigue vigente, en estados musicalmente tan importantes como es Yucatán”.

Armando Manzanero era muy famoso desde que yo fui niño en los años sesenta, cuando todo lo relacionado al amor era una referencia a sus canciones: si éramos novios, si llovía en la tarde, si aprendíamos algo, si apagábamos la luz.

Este día Manzanero cumple 75 años. Salud maestro, que se conserven frescas nuestras emociones y no existan ilusiones que lleguemos a perder.



Comentarios

Entradas populares de este blog

El Tentzo

El taller de la FEEP de Tzicatlacoyan, con financiamiento de la ONG española Ayuda en Acción, concluyó su escultura de papel maché con la representación del Tentzo, figura mítica de origen prehispánica situada en la parte alta del kiosco de la plaza principal de la comunidad de San Juan Tzicatlacoyan, Puebla. De acuerdo con la investigadora Antonella Fogetti ( Tenzonhuehue: El simbolismo del cuerpo y la naturaleza ), El Tentzo es una entidad “mitad dios y mitad no”, deidad antigua intrínsecamente buena, dadora de dones, que de acuerdo a la tradición tiene la facultad de asumir diferentes apariencias: catrín, charro, viejo barbón, anciana, mujer hermosa o animales diversos, que también podría ser interpretado como el famoso nahual o entidad similar. Hoy todos niegan venerar al Tentzo, pero las ofrendas periódicamente depositadas en su honor refieren todo lo contrario. Es una suerte de deidad negada pero viva, vigente. El Tentzo, cuyo nombre ostenta una montaña y la propia cordi...

Tratado de Bucareli

Tras haber cumplido tres años de gobierno, el 31 de agosto de 1923 el gobierno de Álvaro Obregón consigue reanudar las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, de vital importancia para su gobierno, pero con una condición: la firma de un tratado que el senado mexicano había rechazado en primera instancia, pero que las presiones del gobierno y el asesinato del senador Fidel Jurado obligan a dar un viraje y aceleraron su aceptación. Durante años busqué el texto completo de este tratado que en la universidad nos había sido contado de manera inexacta. Ignoro las razones que suscitaron esa versión, que entre muchas escandalosas cláusulas reasaltaba una en la que se prohibía a México la producción de motores de combustión interna que prácticamente paralizaban el principal avance tecnológico de las primeras décadas del siglo XX. Como era de esperarse, neceé durante varios años y hasta pulí mi argumentación pues era un elemento clave a mi parecer para explicar el enanismo tecnológico de...

Resortes ocultos

Cuando estudiaba en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), en los años ochenta, Octavio Paz se atrevió a emitir unos juicios críticos sobre los antropólogos, la escuela en su conjunto reaccionó con indignación, incapaz de meditar en las palabras del escritor. Lo llenamos de vituperios y lo menos que le dijimos fue que era un aliado de Televisa, vocero de la derecha y cosas por el estilo. Muy pocos o ninguno leyó críticamente sus argumentos, por desgracia. Recuerdo que, entre lo más hiriente, Paz decía que la escuela se había convertido en una pasarela de modas de una clase media hippiosa y que todo se discutía ahí, menos la antropología mexicana. Yo terminaba entonces la carrera y buscaba afanosamente quién me dirigiera la tesis de, por cierto, antropología mexicana. No encontré ningún maestro interesado, ni ahí ni el Ciesas, donde por supuesto había algunos estudiosos del tema, pero que no tenían tiempo para un estudiante de licenciatura. Me dediqué entonces a ver a nu...