México, como país, ocupa el octavo lugar a nivel mundial en recepción de turistas. Esto significa una ganancia de poco más de 12 mil millones de dólares al año. Sin embargo, de acuerdo con el Índice de Competitividad Turística de los Estados Mexicanos 2010, realizado por el Centro de Investigación y Estudios Turísticos del Tecnológico de Monterrey, Puebla, uno de los estados emblemáticos de la cultura y la historia nacional, ocupa el lugar 24 en competitividad turística nacional.
El turismo no empieza ni termina con la llegada de turistas. Es una industria que compromete no sólo a los actores directamente relacionados a la prestación de servicios para los visitantes. El turismo es una actitud social y oficial, es información, es calidad humana, es conciencia de la riqueza propia, orgullo e interés económico y cultural.
Todos sabemos que Puebla cuenta con la riqueza cultural, arquitectónica y natural necesaria para ser una potencia turística no sólo nacional, sino mundial. ¿Por qué no lo es? La Organización Mundial de Turismo menciona doce facetas de esta industria para las que Puebla está ampliamente calificada y cuenta con los recursos suficientes para su consideración: científico, cultural y artístico; gastronómico, de estudio, de salud; de aventura, de descanso, deportivo, religioso, ecoturismo, rural y agroturismo.
En Puebla es necesario correlacionar la imagen del turismo con la de la cultura. Se cree equivocadamente que todos los turistas quieren ir al mar, pero cifras de la Secretaría de Turismo establecen en un 37 por ciento a los turistas internacionales interesados en hacer viajes culturales en nuestro país, mientras que 35 por ciento de turistas nacionales optan por lo mismo. Es fundamental que en Puebla el turismo signifique uno de los principales esfuerzos de los gobiernos estatal y municipales, diseñar recorridos ingeniosos que contemplen la ruta de los siglos de la soberbia arquitectura civil y religiosa, itinerarios industriales, artesanales o recorridos por los diversos legados documentales de sus archivos y bibliotecas de importancia mundial.
Es importante correlacionar al turismo con el interés cultural de la oferta académica nacional e internacional para estudiantes de arte, de arquitectura, de historia, arqueología, antropología; hacer estudios para visitantes específicos de la tercera edad, que pueden venir a disfrutar de nuestro envidiable clima y del calor humano inherente a la poblanidad; analizar las posibilidades del turismo científico y de aventura relacionados en actividades como rapel, espeleología, senderismo y espeleobuceo, por mencionar ejemplos concretos. Fomentar de esta forma nuestras amplias y variadas regiones en el interior del Estado. Todo ello depende de una promoción permanente y sostenida, de invertir adecuadamente en una industria que puede darnos inesperados dividendos.
El turismo en Puebla genera unos 24 mil empleos de manera directa y 72 mil indirectos en todo el estado y fue visitada (de acuerdo con alegres cifras oficiales) por unos seis millones de turistas mexicanos y extranjeros (frente a los 14 millones de Barcelona) en 2010. Es urgente que esos números crezcan a la altura de la importancia de un estado tan rico y tan hermoso como Puebla. No sólo es inversión, el turismo y la cultura en Puebla necesitan de imaginación, de valentía, de algún grado de atrevimiento que detone e incremente el interés del mundo por su cultura, sus riquezas naturales y su gente.
Es necesaria una mayor proyección internacional de las maravillas naturales y culturales de Puebla. Una vinculación razonada entre el turismo y la alta cultura. Programas de atracción de turismo para adultos y ancianos, nacional y extranjero. Promoción permanente de planes y proyectos turísticos emanados de la sociedad. Y finalmente, una mayor incidencia de ferias turísticas que promocionen nuestra alta cultura gastronómica, artesanal, cultural y académica, así como impulso y mejoramiento de los festivales existentes.
Aún en los municipios más pobres y marginados del estado de Puebla hay una mina turística detenida en el tiempo. Las ocho comunidades poblanas de muy alta marginación señaladas por el gobierno de Felipe Calderón al principio de su sexenio están ubicadas en imponentes sierras de alto potencial turístico. Entre sus tesoros naturales destacan los manantiales El Tlachilini, El Achichivasco, El Apampelcato y el de las Manzanas del municipio de Coyomeapan, que cuenta además con los bosques del Cicintépetl y el Sumidero; las grutas inexploradas de Huehuetla, que tiene además el templo colonial del Niño de la Candelaria; la pesca de bobos y bagres en el arroyo Laxaxalpa de Hueytlalpan, de hermosos paisajes al igual que San Felipe Tepatlán y
Zoquitlán, que tiene zonas boscosas y caídas de agua, como en Xitlama y el río Coyolapa; además de una iglesia Colonial del siglo XVI. Destacan las artesanías de tejidos de palma y de carrizo de Eloxochitlán, la talla de madera de Camocuautla y la alfarería y tejidos de mimbre de Chiconcuautla. Para no hablar de sus ciudades ricas, con infraestructura turística instalada, modernas vías de comunicación ¿qué tiene que ocurrir para apreciar tanta riqueza?
El turismo no empieza ni termina con la llegada de turistas. Es una industria que compromete no sólo a los actores directamente relacionados a la prestación de servicios para los visitantes. El turismo es una actitud social y oficial, es información, es calidad humana, es conciencia de la riqueza propia, orgullo e interés económico y cultural.
Todos sabemos que Puebla cuenta con la riqueza cultural, arquitectónica y natural necesaria para ser una potencia turística no sólo nacional, sino mundial. ¿Por qué no lo es? La Organización Mundial de Turismo menciona doce facetas de esta industria para las que Puebla está ampliamente calificada y cuenta con los recursos suficientes para su consideración: científico, cultural y artístico; gastronómico, de estudio, de salud; de aventura, de descanso, deportivo, religioso, ecoturismo, rural y agroturismo.
En Puebla es necesario correlacionar la imagen del turismo con la de la cultura. Se cree equivocadamente que todos los turistas quieren ir al mar, pero cifras de la Secretaría de Turismo establecen en un 37 por ciento a los turistas internacionales interesados en hacer viajes culturales en nuestro país, mientras que 35 por ciento de turistas nacionales optan por lo mismo. Es fundamental que en Puebla el turismo signifique uno de los principales esfuerzos de los gobiernos estatal y municipales, diseñar recorridos ingeniosos que contemplen la ruta de los siglos de la soberbia arquitectura civil y religiosa, itinerarios industriales, artesanales o recorridos por los diversos legados documentales de sus archivos y bibliotecas de importancia mundial.
Es importante correlacionar al turismo con el interés cultural de la oferta académica nacional e internacional para estudiantes de arte, de arquitectura, de historia, arqueología, antropología; hacer estudios para visitantes específicos de la tercera edad, que pueden venir a disfrutar de nuestro envidiable clima y del calor humano inherente a la poblanidad; analizar las posibilidades del turismo científico y de aventura relacionados en actividades como rapel, espeleología, senderismo y espeleobuceo, por mencionar ejemplos concretos. Fomentar de esta forma nuestras amplias y variadas regiones en el interior del Estado. Todo ello depende de una promoción permanente y sostenida, de invertir adecuadamente en una industria que puede darnos inesperados dividendos.
El turismo en Puebla genera unos 24 mil empleos de manera directa y 72 mil indirectos en todo el estado y fue visitada (de acuerdo con alegres cifras oficiales) por unos seis millones de turistas mexicanos y extranjeros (frente a los 14 millones de Barcelona) en 2010. Es urgente que esos números crezcan a la altura de la importancia de un estado tan rico y tan hermoso como Puebla. No sólo es inversión, el turismo y la cultura en Puebla necesitan de imaginación, de valentía, de algún grado de atrevimiento que detone e incremente el interés del mundo por su cultura, sus riquezas naturales y su gente.
Es necesaria una mayor proyección internacional de las maravillas naturales y culturales de Puebla. Una vinculación razonada entre el turismo y la alta cultura. Programas de atracción de turismo para adultos y ancianos, nacional y extranjero. Promoción permanente de planes y proyectos turísticos emanados de la sociedad. Y finalmente, una mayor incidencia de ferias turísticas que promocionen nuestra alta cultura gastronómica, artesanal, cultural y académica, así como impulso y mejoramiento de los festivales existentes.
Aún en los municipios más pobres y marginados del estado de Puebla hay una mina turística detenida en el tiempo. Las ocho comunidades poblanas de muy alta marginación señaladas por el gobierno de Felipe Calderón al principio de su sexenio están ubicadas en imponentes sierras de alto potencial turístico. Entre sus tesoros naturales destacan los manantiales El Tlachilini, El Achichivasco, El Apampelcato y el de las Manzanas del municipio de Coyomeapan, que cuenta además con los bosques del Cicintépetl y el Sumidero; las grutas inexploradas de Huehuetla, que tiene además el templo colonial del Niño de la Candelaria; la pesca de bobos y bagres en el arroyo Laxaxalpa de Hueytlalpan, de hermosos paisajes al igual que San Felipe Tepatlán y
Zoquitlán, que tiene zonas boscosas y caídas de agua, como en Xitlama y el río Coyolapa; además de una iglesia Colonial del siglo XVI. Destacan las artesanías de tejidos de palma y de carrizo de Eloxochitlán, la talla de madera de Camocuautla y la alfarería y tejidos de mimbre de Chiconcuautla. Para no hablar de sus ciudades ricas, con infraestructura turística instalada, modernas vías de comunicación ¿qué tiene que ocurrir para apreciar tanta riqueza?
Foto: Jorge Cravioto, Nubes en la Sierra Norte.
Referencias
• http://elcolumnistapuebla.wordpress.com/2010/04/26/puebla-rezagada-en-competitividad-turistica/
• http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lar/quirarte_m_r/capitulo2.pdf
• http://www.heraldodepuebla.com.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=25445:se-consolido-puebla-como--cuarto-destino-turistico&catid=56:economia&Itemid=122
Referencias
• http://elcolumnistapuebla.wordpress.com/2010/04/26/puebla-rezagada-en-competitividad-turistica/
• http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lar/quirarte_m_r/capitulo2.pdf
• http://www.heraldodepuebla.com.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=25445:se-consolido-puebla-como--cuarto-destino-turistico&catid=56:economia&Itemid=122
la sierra donde se localizan los municipios de Coyomeapan y Zoquitlan cuentan con muchas riquesas agua, bosques y su gente. desgraciadamente no hay apoyo de nuestros gobiernos
ResponderEliminar