Hoy, en Teorema, Rolando Hernández Alducin presenta su primera novela: Mientras Lucrecia muere, una historia de amor y de crimen que espero leer pronto. Por ahora, basta con asistir a la presentación de esta noche en el cálido ambiente de esta noble cafetería del centro de Puebla.
Resumen incluido en la invitación:
Lucrecia vive una tragedia. Después del amor perdido, después de una muerte pequeña, experimenta un renacimiento, resurge de las tinieblas y vuelve a amar. El hombre que ha llegado la cura de todo y le construye un nuevo corazón. Pero la felicidad es efímera. En el ir y venir de la vida diaria se encuentra con un asesino en serie, un psicópata con ansias de destrucción que la desea locamente y la persigue a todos lados, queriendo apoderarse de ella para satisfacer sus ansias demoníacas. El que la ama da la vida por ella, la protege y se enfrenta con todas sus fuerzas con el psicópata, al que sólo podrá aniquilar si primero se aniquila a sí mismo. El encuentro de Lucrecia y el asesino es una metáfora que se construye entre el amor y el odio, que vive en el corazón y en la mente de todo aquel que ha sabido amar y odiar.
Mientras Lucrecia Muere es, en muchos sentidos, una obra tendiente a la crítica de un mundo en decadencia que experimenta cada día, a todas horas y por todas partes, una dinámica predatoria que lleva a las náuseas y al desencanto, cosas que ya muchos han denunciado antes y que seguramente muchos más denunciarán después. El pesar existencialista no es vano por sí solo, ni se descalifica automáticamente sólo por pertenecer a una nueva lógica en la que la crítica es un concepto en desuso que ya no merece ser analizado; por el contrario, da cuenta del malestar generalizado que de a poco, aunque cada vez de forma más intensa, va construyendo el aniquilamiento de lo que por todas partes se ha dado por llamar “lo humano”, cosa ilusoria nada más, según lo veo.
Café Teorema; 2 poniente 703, Centro Histórico. Puebla, Pue.
Tel. 2-98-00-28.
Sábado 7 de mayo 2011 a las 18 horas.
Ahí nos vemos.
Resumen incluido en la invitación:
Lucrecia vive una tragedia. Después del amor perdido, después de una muerte pequeña, experimenta un renacimiento, resurge de las tinieblas y vuelve a amar. El hombre que ha llegado la cura de todo y le construye un nuevo corazón. Pero la felicidad es efímera. En el ir y venir de la vida diaria se encuentra con un asesino en serie, un psicópata con ansias de destrucción que la desea locamente y la persigue a todos lados, queriendo apoderarse de ella para satisfacer sus ansias demoníacas. El que la ama da la vida por ella, la protege y se enfrenta con todas sus fuerzas con el psicópata, al que sólo podrá aniquilar si primero se aniquila a sí mismo. El encuentro de Lucrecia y el asesino es una metáfora que se construye entre el amor y el odio, que vive en el corazón y en la mente de todo aquel que ha sabido amar y odiar.
Mientras Lucrecia Muere es, en muchos sentidos, una obra tendiente a la crítica de un mundo en decadencia que experimenta cada día, a todas horas y por todas partes, una dinámica predatoria que lleva a las náuseas y al desencanto, cosas que ya muchos han denunciado antes y que seguramente muchos más denunciarán después. El pesar existencialista no es vano por sí solo, ni se descalifica automáticamente sólo por pertenecer a una nueva lógica en la que la crítica es un concepto en desuso que ya no merece ser analizado; por el contrario, da cuenta del malestar generalizado que de a poco, aunque cada vez de forma más intensa, va construyendo el aniquilamiento de lo que por todas partes se ha dado por llamar “lo humano”, cosa ilusoria nada más, según lo veo.
Café Teorema; 2 poniente 703, Centro Histórico. Puebla, Pue.
Tel. 2-98-00-28.
Sábado 7 de mayo 2011 a las 18 horas.
Ahí nos vemos.
buenas tardes, antes que nada un cordial saludo donde podre encontrar el libro de mientras lucrecia muere yuo le i este libro y segun el autor es fernando alducin
ResponderEliminarEstimada(o) Unknown, gracias por escribir. Estoy muy lejos de ser un especialista en historia romana, pero sobre Lucrecia, hija de Espurio Lucrecio, cuya violación precipitó la caída de la monarquía y el advenimiento de la república, se han escrito innumerables ensayos y libros debido al simbolismo de su tragedia (William Shakespeare en 1594; Benjamin Britten en 1946) e innumerables pinturas y representaciones Sobre Alducin, tal vez te refieras a Armando, autor de La depresión prédica escrita, que no he leído (ni leeré), habla del suicidio de Lucrecia para enfatizar la necesidad de reconocer las enfermedades mentales como problemas de salud pública y no solo de la prima Mariquita. Y bueno, mi estimada(o), la novela del poblano Rolando, esposo de mi amiga Verónica, fue anunciada por este blog hace exactamente diez años para que la gente asistiera a esa librería que ya no existe, propiedad de mi querido amigo Pepe, que tampoco existe, de modo que no tengo idea de si se puede conseguir. Saludos.
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